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Desde los 5 años, cuando fue diagnosticado con distrofia muscular de Duchenne, un trastorno progresivo que causa la pérdida de función muscular, Cristian Yael Solís ha sido impulsado por sus padres a conocer más allá de su hogar.
Actualmente, con 15 años de edad y originario de Singuilucan, Cristian practica boccia, un deporte que le ha permitido competir y representar al estado de Hidalgo.
Su padre, Valerio Solís Chávez, trabaja como jornalero, mientras que su madre, Felicitas Rangel Hernández, ama de casa, se encarga de su cuidado y lo apoya en la práctica de boccia.
El señor Valerio mencionó que su esposa es quien lo acompaña en todo momento, mientras él trabaja para sostener el hogar. No obstante, destacó que el equipo necesario para la práctica de boccia es costoso, por lo que busca apoyo de distintas instituciones para poder adquirirlo.
A un año de haber descubierto su potencial en boccia, Cristian ha logrado resultados sobresalientes tanto en competencias individuales como en pareja, obteniendo el primer y tercer lugar en distintas ocasiones.
En entrevista, Cristian hace un llamado a las personas con discapacidad para que descubran nuevas oportunidades que les permitan desarrollar sus habilidades, sin importar sus condiciones físicas. Asimismo, exhorta a los padres de familia a no desistir en el apoyo a sus hijos.
Boccia, originalmente diseñado para personas con parálisis cerebral severa, se ha ampliado a otros competidores con discapacidad física. En los Juegos Paralímpicos, este deporte se premia en tres categorías: individual, parejas y equipos.
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