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Los errores de César Montes y Guillermo Ochoa, echaron por la borda los planes de Javier Aguirre. Salir de Francisco Morazán con un empate no era mala cosecha. Salir con una derrota no deja bien parado a la Selección Mexicana que dio vergüenza.
Derrota (2-0) ante Honduras. Caída que obliga al Tricolor a ganar en la vuelta, el próximo martes en el estadio Nemesio Díez de Toluca. La misión no parece imposible, pero la mala nota es que se volvió a dar un paso atrás ante un cuadro catracho que ofreció poco y que si marcó, por medio de Luis Palma (69’), fue más por error visitante que por acierto local.
El juego fue de poca inspiración y mucha transpiración. Desde los primeros minutos ambos equipos enseñaron sus armas. El jugar al límite fue la muestra de que el futbol al pie se dejaba de lado. César Huerta vio la amarilla apenas a los 18 minutos.
No había quien pusiera la pelota al césped. Raúl Jiménez tuvo la más clara pero gracias a que los centrales hondureños dejaron botar el balón, el atacante del Fulham la pescó pero su disparo pasó desviado.
Memo Ochoa no tuvo mucho trabajo.
La lluvia arreció y el público se encendió cuando en la segunda parte César Montes se enredó con el balón, lo dejó a mano de los catracho, vino un disparo que Ochoa rechazó en corto y Palma anotó, haciendo que el Morazán explotara.
Llegaron los cambios del Vasco. Se intentó la reacción., Alexis Vega falló. Luis Romo también, pero Luis Palma no, arrastró desde la derecha a Jorge Sánchez, recordó al centro y tiró raso, a segundo poste, donde Ochoa no llegó (83’).
En Toluca habrá la posibilidad de dar la vuelta. Una hazaña, pero por ahora, este equipo mexicano dio vergüenza.