En un rincón del Pabellón Artesanal de la Feria de San Francisco Pachuca 2023, Diana Arellano, custodia de oficio, se encuentra desempeñando un papel clave en la transformación de vidas. Trasladada temporalmente desde su puesto en el Centro de Reinserción Social (CERESO) de Pachuca, Diana atiende un colorido stand que alberga una sorprendente variedad de artesanías elaboradas por personas privadas de su libertad en el estado de Hidalgo.
Este puesto es más que un simple escaparate de creatividad, es una vía hacia la reinserción social y un apoyo crucial para las familias de los reclusos. Las ganancias obtenidas por la venta de estas artesanías revierten directamente a los artesanos, ayudando a sus seres queridos en un momento en el que más lo necesitan.
Los talleres que se imparten gratuitamente dentro de los centros penitenciarios abarcan una amplia gama de habilidades, desde la elaboración de bolsas hasta bordados de tenango, tallado de madera, encuadernación y bisutería. Estas habilidades no solo brindan una fuente de ingresos a los reclusos, sino que también tienen como objetivo central la reintegración exitosa a la sociedad a través de la adquisición de competencias laborales.
Las artesanías exhibidas provienen de 13 centros penitenciarios en Hidalgo, incluyendo Apan, Molango, Tulancingo, Mixquiahuala, Tula y el tutelar de menores. Cada artículo a la venta lleva consigo el esfuerzo y la dedicación de su creador, un testimonio palpable de la transformación personal y la esperanza en un futuro mejor.
Los precios de estos objetos son establecidos por los propios artesanos, y en caso de venta, el dinero se les devuelve en su totalidad. Cada reclusorio realiza un minucioso inventario, garantizando que al término de la feria, los reclusos reciban sus ganancias y los artículos que no fueron vendidos.
Si desea adquirir una de estas piezas únicas, tiene dos opciones. Puede ponerse en contacto con la Dirección General de Prevención y Reinserción Social, que gestionará el pedido directamente con los centros penitenciarios de Hidalgo, o visitar el reclusorio de su elección para explorar las creaciones disponibles.
Diana Arellano, la custodia que atiende este stand de arte carcelario, irradia satisfacción por la oportunidad de contribuir a esta noble causa. Cada venta, para ella, es una razón para celebrar, ya que representa un paso más en el camino hacia la reinserción de quienes están privados de su libertad. Además, Diana enfatiza la importancia de los talleres impartidos en las cárceles, que no solo fomentan el desarrollo de habilidades, sino también la autoestima y la esperanza en un futuro mejor.
“Cuando vendemos algún detalle, decimos ¡que padre!, porque realmente es ayudarlos, si tú ves las cosas talladas a mano, el valor que tiene para ellos es poder decir que se vendió su producto, van a pensar: el taller que me dieron me sirvió”, expresó Diana.
Cabe mencionar que las familias de los artesanos son quienes suministran los materiales utilizados en la creación de las artesanías, como tela, hilos, madera y cuentas. En algunos casos, estos materiales provienen de generosas donaciones de terceros. La participación en los talleres es opcional, y alrededor del 50 por ciento de los reclusos opta por adquirir estas valiosas habilidades, dependiendo de la oferta académica disponible.
“La verdad es que los mantiene ocupados y una mente ocupada está menos estresada. Hay veces que algunos talleres les llama más la atención que otros, entonces tiene más afluencia que otros”, explico la custodia del CERESO de Pachuca.
A pocos días de que concluya la Feria de Pachuca, el puesto que alberga estas artesanías luce algo despejado, pero con un motivo para sonreír. Las ventas han sido satisfactorias, gracias al apoyo de quienes buscan productos únicos y de calidad, y también a aquellos que compran con la intención de apoyar esta causa digna. Entre todas las piezas exhibidas, las bolsas, con sus diseños únicos e irrepetibles, se han convertido en las favoritas de esta temporada.