La cultura hidalguense a través el arte de los tenangos, ha conquistado Francia, pues una mexicana radicada en Paris, decidió transmitir esta riqueza cultural mediante clases de bordado a los franceses y algunos mexicanos radicados en Europa.
Coco Rubio Flores, originaria de la Ciudad de México y radicada desde hace cinco años en Paris, se ha dedicado a transmitir su amor por el arte mexicano en la Ciudad Luz, a través de clases de bordado, donde netamente enseña el trabajo del tenango hidalguense.
El proyecto que Coco ha bautizado como “Raíces y Semillas”, se trata de precisamente sembrar estas semillas de cultura mexicana por el resto del mundo para difundir la riqueza del arte nacional en el extranjero.
En entrevista con El Universal Hidalgo, Coco señala que ha desarrollado su pasión por el bordado de tenangos, pues ella considera este arte hidalguense como un patrimonio nacional que lleva una gama de colores, y que es precisamente lo que caracteriza a este arte nacido en Tenango de Doria, Hidalgo.
La mexicana señala que el proyecto “Raíces y Semillas” se trata de ir dejando una semilla de la cultura de México y que ésta germine y se pueda esparcir por todos los rincones ya sea de Francia o de otros países.
El trabajo no es sencillo, pues Coco tiene que viajar a México para obtener los materiales indispensables para la creación de los bordados, desde las mantas, hilos y hasta las agujas con que se trabaja ya que en Europa no hay de esos tipos.
Coco señala que ella aprendió el arte del bordado del tenango hace muchos años en Cuernavaca, Morelos y aunque no lo hace de manera comercial, sus trabajos que a veces llevan hasta seis meses de elaboración, son para ella misma.
Sin embargo lo que sí comparte es el conocimiento que ella tiene de las técnicas para que sean utilizados por otras personas y que la cultura mexicana se difunda.
La maestra de bordado indica que muchos de los conocimientos de los bordados tradicionales se han transmitido en las propias familias y van pasando de generación en generación para que no se pierdan. Ella reconoce que los trabajos no son para industrializarlos o comercializarlos, pues tan solo para hacer decoraciones en sus propias casas o para un regalo, pues solo existe el deseo de enseñar y aprender, además de saber algo tan bonito como el tenango.
Coco señala que el arte mexicano merece mucho respeto, por eso cuando una persona intenta comprar alguna obra o bordado, nunca debe regatear por el precio ya que las piezas requieren mucho tiempo de trabajo.
La maestra señala que ella tiene en su casa de Paris, una tapiz de dos metros por dos y que le tomó más de medio año en elaborar.
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