En los últimos años, la cerveza artesanal en Hidalgo ha ganado relevancia en el panorama nacional, con un crecimiento constante en calidad y variedad. Levi Sarmiento, experto en el tema y fundador de la Cervecería Un Hidalgo, nos compartió su visión sobre el desarrollo de esta industria en el estado.
Actualmente, se estima que en Hidalgo existen alrededor de 33 cerveceras, aunque el número es variable debido al surgimiento y desaparición de nuevos proyectos. En Cervecería Hidalgo, explicó Sarmiento, se manejan entre 10 y 15 cerveceras locales, destacando marcas como Pachuca Seidlo, Triple Siete y Cervecera Periquito.
“La cultura cervecera en el centro del país es emergente, pero en los últimos cinco o seis años hemos visto un crecimiento notable en la calidad y reconocimiento de nuestras cervezas”, señaló. Aunque los estados del norte, como Baja California y Nuevo León, han liderado el movimiento cervecero en México, Hidalgo ha consolidado su presencia en el sector, apostando por la capacitación y la difusión de la cultura cervecera.
El proceso de elaboración de la cerveza artesanal es complejo y requiere una selección cuidadosa de ingredientes. Sarmiento destacó que la diferencia de costos entre una cerveza industrial y una artesanal radica en la calidad de los insumos y en el tiempo de producción.
“El lúpulo, uno de los cuatro elementos básicos de la cerveza junto con el agua, la malta y la levadura, debe importarse, ya que en México no se dan las condiciones para su cultivo. Además, algunas cervezas pueden tardar meses o incluso años en estar listas para su venta, lo que incrementa su precio”, explicó.
En cuanto a su propia producción, destaca su cerveza Dios Xólotl, una Imperial Russian Stout con 10 grados de alcohol y notas intensas de café y cacao, elaborada con una combinación de ocho maltas. “Si eres fan del chocolate y el café, este estilo te va a encantar”, comentó.
A pesar del crecimiento del sector, uno de los mayores desafíos sigue siendo la percepción del consumidor sobre el costo de la cerveza artesanal. “Muchas veces no se comprende el proceso detrás de cada botella, desde la selección de ingredientes hasta la fermentación y el envasado. No es solo hacer cerveza, es crear una experiencia”, subrayó Sarmiento.
Sin embargo, el futuro es prometedor. Con una comunidad cervecera en expansión y un interés creciente en los estilos artesanales, Hidalgo se perfila como un referente en la industria cervecera independiente. “Nuestro objetivo es seguir educando al consumidor, innovar con nuevos estilos y consolidar a Hidalgo como un destino cervecero de calidad”, concluyó.