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María Sorté, reconocida actriz de telenovelas, compartió una anécdota entrañable de los años en los que su hijo menor, Omar García Harfuch, la acompañaba durante las grabaciones en la televisora de San Ángel. Mientras su madre interpretaba intensas escenas de drama, el pequeño Omar comenzó a familiarizarse con el ambiente artístico y las dinámicas laborales del set.
En una ocasión, su curiosidad lo llevó a explorar los foros cercanos, descubriendo que en el estudio contiguo actuaba Victoria Ruffo, protagonista de otra de las producciones. La impresión que le causó la célebre actriz fue tal que, según relata Sorté, el joven quedó profundamente admirado por ella.
Ese encanto infantil no quedó solo en palabras. Durante las visitas a la finca de su padre, Javier García Paniagua, donde se cultivaban mangos, Omar seleccionaba los frutos más grandes y vistosos para regalárselos a Ruffo como un gesto de aprecio. Este inocente tributo revela la sensibilidad de quien hoy ocupa un papel destacado como secretario de Seguridad Ciudadana.
La anécdota no solo muestra una faceta íntima y desconocida de la infancia de García Harfuch, sino también la influencia del entorno artístico que vivió junto a su madre, quien continúa siendo una figura emblemática de la televisión mexicana.
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