En lo más alto de la Sierra Madre Oriental, donde las nubes se enredan entre cafetales y bosques húmedos, vive un pueblo que ha sabido preservar su identidad a través del tiempo: los tepehuas. Esta comunidad indígena, asentada en regiones de Hidalgo, Veracruz y Puebla, mantiene una estrecha relación con la naturaleza y un sólido entramado de organización social y espiritual.

El término “tepehua” proviene del náhuatl y significa “gente del cerro”, un nombre que alude tanto a su ubicación geográfica como a su modo de vida. No obstante, dentro de sus comunidades, las formas de autodenominación varían según la región y la variante lingüística que se habla.

Hoy en día, los Tepehuas habitan principalmente en Huehuetla (Hidalgo), Tlachichilco y Zontecomatlán (Veracruz), así como en algunas zonas del norte poblano. Aunque estas localidades están geográficamente apartadas, los tepehuas han mantenido vínculos con otros pueblos indígenas, especialmente con los totonacas, con quienes comparten raíces lingüísticas y culturales.

Foto: Radio Huaya
Foto: Radio Huaya

Organización ancestral y prácticas agrícolas

La vida comunitaria tepehua se organiza en torno a una estructura tradicional que les permite gestionar recursos naturales, conservar su lengua, y mantener prácticas agrícolas y rituales con un alto grado de autonomía. La agricultura no solo es su sustento económico, sino también el eje de su cosmovisión, expresada en ceremonias que celebran y agradecen los ciclos de la tierra.

Una de las ceremonias más significativas es el mitote, ritual de petición de lluvias que se realiza en parajes sagrados como cuevas o manantiales. Guiados por un mayordomo ritual, los participantes depositan ofrendas —tamales, atole, aguardiente, gallinas y velas— mientras se elevan rezos en lengua tepehua para pedir por buenas cosechas. Esta ceremonia, que antecede al inicio del ciclo agrícola, revela una concepción profunda del equilibrio entre el ser humano y la naturaleza.

Organización ancestral y prácticas agrícolas | Tepehuas : Pueblos indígenas México : Sistema de Información Cultural-Secretaría de Cultura
Organización ancestral y prácticas agrícolas | Tepehuas : Pueblos indígenas México : Sistema de Información Cultural-Secretaría de Cultura

Fiestas, música y cocina colectiva

En comunidades como Pisaflores y Tlachichilco, las festividades patronales mezclan elementos indígenas y cristianos. Procesiones, música con violines y jarana, danzas tradicionales como Los Negritos o Los Santiagos, y comidas preparadas colectivamente, son parte esencial de estas celebraciones. La distribución de alimentos entre los asistentes fortalece los lazos de reciprocidad y reafirma el sentido comunitario.

Los altares, decorados con flores, papel picado y frutas, son escenarios efímeros donde se expresa la espiritualidad local. Estas festividades no son solo actos religiosos, sino expresiones vivas de identidad cultural y resistencia simbólica.

Fiestas, música y cocina colectiva | Foto: Pisaflores
Fiestas, música y cocina colectiva | Foto: Pisaflores

Bordados que cuentan historias

La indumentaria tradicional tepehua, especialmente la femenina, es un lienzo donde se borda la historia y el pensamiento del pueblo. Blusas y rebozos lucen símbolos como cruces, espirales, caminos y animales del monte. Más que adornos, estos motivos representan sueños, relatos familiares o formas de protección espiritual. Las niñas aprenden a bordar desde pequeñas, al tiempo que reciben enseñanzas sobre la historia de su comunidad y su cosmovisión.

La vestimenta de los hombres, compuesta por camisas y pantalones de manta, y sombreros de palma, conserva un uso ritual en las festividades, mientras que en la vida cotidiana ha cedido espacio a prendas más contemporáneas.

Bordados que cuentan historias | Foto: Museo Nacional de Antropología
Bordados que cuentan historias | Foto: Museo Nacional de Antropología

Tierra viva y lenguaje con alma

Para los tepehuas, la tierra está viva. Cerros, cuevas y manantiales no son solo accidentes geográficos: son entidades que merecen respeto. Algunos ancianos relatan que cada cerro tiene un dueño o espíritu, y que no pedir permiso puede traer enfermedades o malas cosechas. Así, las ofrendas antes de tomar agua de un manantial no son costumbre, sino parte de una ética profunda de convivencia con el entorno.

La lengua tepehua, parte de la familia totonaca-tepehua, se divide en tres variantes: sur (Huehuetla), centro (Tlachichilco) y norte (Pisaflores). Aunque el número de hablantes ha disminuido, la lengua sigue viva en rituales, en el hogar y en esfuerzos comunitarios por revitalizarla. Se han desarrollado diccionarios, materiales educativos y transmisiones radiales en idioma tepehua, como una forma de preservar y fortalecer la identidad cultural.

Términos como kámi (tierra), népa (fuego) o páxli (caminar) no solo nombran objetos o acciones, sino que contienen capas de significado ligadas a la cosmovisión del pueblo.

Tierra viva y lenguaje con alma | Tepehuas – Arte - Atlas de los Pueblos Indígenas de México
Tierra viva y lenguaje con alma | Tepehuas – Arte - Atlas de los Pueblos Indígenas de México

Cultura viva, no de museo

Hablar de los tepehuas no es un ejercicio nostálgico ni una mirada al pasado. Es reconocer una forma de vida vigente, que se reinventa cada día en los bordados que enseñan las abuelas, en las ceremonias que convocan a la comunidad y en las lenguas que aún arden en los fogones. Su cultura no está encerrada en vitrinas; late en la montaña, en los cantos rituales, en las manos que siembran y en los corazones que recuerdan.

Cultura viva, no de museo | Foto: Pisaflores
Cultura viva, no de museo | Foto: Pisaflores

Los tepehuas son, hoy como ayer, guardianes de la memoria y de la tierra.

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