El pericón o también conocido como yerbanís por el sabor tan parecido que tiene al anís, es una planta nativa de México y Centroamérica con propiedades que pueden resultar beneficiosas en nuestro día a día.
En México, la planta crece de manera silvestre en terrenos baldíos, cerca de milpas o cultivos abandonados en estados como Chiapas, Colima, Chihuahua, Veracruz, Guerrero, Morelos, Oaxaca, entre otros.
De acuerdo con la Biblioteca Digital de la medicina Tradicional Mexicana, el té de ramas de pericón es recomendado para tratar el dolor de estómago asociado con úlceras, gastritis, parásitos y problemas menstruales.
No se recomienda su uso en mujeres embarazadas, ya que puede producir hemorragias, somnolencia y alergias.
Otros de sus usos medicinales radica en ayudar a descongestionar las fosas nasales en los tratamientos de asma, tos y resfriados en general.
Por otro lado, según el sitio El rincón verde, hay quienes utilizan las hojas de las flores para el tratamiento de llagas y heridas, ya que ayuda a la regeneración celular.
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El aceite esencial de la planta de pericón también es utilizado como un poderoso repelente natural de mosquitos, así que en esta temporada de calor se volverá un indispensable en tu maleta.
Otra manera de mantener alejados a otro tipo de insectos se logra quemando un trozo de la planta de pericón y asegurarte de que el ambiente se impregne de su notable olor que es muy parecido al de la flor de cempasúchil.
En el 2018 la doctora Maria Eva González Trujano realizó un estudio para el Laboratorio de Neurofarmacología en Productos Naturales de Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, en dicho estudio aseguró que el pericón puede utilizarse para tratar padecimientos relacionados con la ansiedad y la pérdida de sueño.