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Un joven hidalguense originario de Pachuca, empieza a dejar huella en Francia al emprender una pequeña empresa productora de salsas mexicanas que han despertado el gusto de franceses y gente del resto del mundo.
Rubén Escalante es un emprendedor que llevó a Francia la idea de fabricar y vender salsas mexicanas, las cuales empiezan a ser del agrado de muchos en París.
Asentado en la Ciudad Luz desde hace 5 años, Rubén como muchos mexicanos asentados en el extranjero, añoraban la comida mexicana, sin embargo notó que en París, solamente había restaurantes que ofrecían la comida llamada TexMex que se basa en fajitas y chile con carne también llamado chilly.
Pensando en eso, fue que el pachuqueño tuvo la idea de hacer salsas mexicanas, pues con ellas, cualquier persona que guste de la comida mexicana puede acompañar sus platillos con chile.
“Para tener un buen taco siempre hace falta una buena salsa, entonces era la mejor forma de hacer buenos tacos”.
Arriesgando su capital e incluso pidiendo préstamos bancarios, Rubén instaló su pequeña empresa y con las recetas de familia, lazó al mercado francés su línea de salsas llamada Tescalito, cuyo nombre viene de la canasta de tortillas, para darle un toque casero mexicano.
Las salsas que se producen en la actualidad son la salsa mayo chipotle, otra es la salsa picante botanera, además el apreciado guacamole y por último, pero tal vez la más picosa es la tradicional salsa roja. El costo de las salsas al público en Francia van desde los 5.9 euros (120 pesos) hasta los 7.5 euros (153 pesos), que es la de guacamole.
“Las salsas las fabricamos aquí en Francia y los chiles también están cultivados aquí en Francia para ser un poco más frescos y más locales”.
Aunque en la actualidad la producción y venta ya empiezan a tener ritmo, el trabajo no fue sencillo para Rubén en sus inicios tuvo que adaptarse a la cultura y los gustos de la gastronomía francesa.
Además de su tienda que existe en París, Rubén colocó un stand para ofrecer sus productos en la Casa México, un espacio cultual que se instaló en el marco de las Olimpiadas y al cual asisten diferentes figuras deportivas, autoridades y decenas de turistas de muchos países que se sienten interesados en comprar artesanía, ropa o un frasco de salsa.
“La experiencia en Casa México ha sido muy buena, es muy interesante porque he confrontado el producto un poco a todo tipo de gente, desde mexicanos, franceses, pero también de todas las nacionalidades que vienen al evento y bueno, muchos no conocen ningún sabor mexicano y entonces cuando lo descubren y ven y más ganas les dan de ir a México , o hay otros que al probar las salsas les recuerda sus vacaciones en nuestro país”.
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