Adolf Hitler, uno de los hombres más emblemáticos de la historia mundial, fue cautivado por el pulque.
A pesar de que Hitler era abstemio, al enterarse de las propiedades de esta bebida, envió a un grupo de investigadores, entre los que destaca Hubert Schonger, para elaborar un documental sobre la producción del fermentado mexicano.
La investigación realizada en 1936, titulada “Pulquebereitung in Mexiko”, traducida como La producción del pulque en México y expuesta en 1938, consistió en un cortometraje con una duración de 12 minutos, grabada en el Valle de Apan en Hidalgo.
Se sabe que lo que le llamó la atención al líder alemán fue el mote de la bebida “la bebida de los dioses” además de sus atributos a la salud.
Durante el Tercer Reich, los nazis realizaron expediciones a todo el mundo con el fin de documentarse sobre bebidas o alimentos que pudieran garantizar el bienestar del pueblo alemán.
Con la caída de la Alemania Nazi, el documental estuvo perdido hasta el 2007, cuando fue localizado en el Centro de Cultura de Berlín. Posteriormente, fue comprado por 70 dólares, a través de una subasta por Javier Gómez Marín, empresario mexicano quien ostenta la mayor cantidad de objetos relacionados con el pulque y que la originalidad de este material fue comprobada por el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM.