Gustavo Hernández aprendió a hacer churros gracias a un amigo. Más de 30 años después, gracias a esa enseñanza, sigue su negocio en el centro de Mixquiahuala.
"Un amigo de Alfajayucán me enseñó, también a mis hermanos, eso tiene más de 30 años, ahí aprendimos y tenemos muchos años en este negocio. Para mí es como una empresa, es el sostén de mi familia".
"Nuestro negocio se llama Churrería del Centro y está ubicado entre el jardín y la iglesia, tenemos clientes de muchos lugares y le damos las gracias por su visita y preferencia", comentó Gustavo a El Universal Hidalgo.
Durante nuestra visita, nos contó que la clave para tener unos buenos churros, es la masa. Son más de 20 minutos los que le lleva prepararla desde cero, tiene que estar precocida.
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"Hay que poner agua, dejarla hervir, luego hay que agregar ingredientes como la harina, aceite, mover hasta lograr el punto exacto, tiene que esta precocida y listo. Ahora hay que pasarla a la máquina para sacar el molde de churros y unos cinco minutos en el fuego, cuando salen, se "bañan" en una mezcla de azúcar y canela que tenemos y listos", dijo Hernández.
En época de lluvia y frío, las ventas de churros aumentan, las papas a la francesa también son muy demandadas. El costo es de cuatro churros por diez pesos, el pedido más recurrente es de 20 pesos.
Churrería del Centro abre casi todo el año, es muy raro no ver el remolque en el primer cuadro del municipio, situación que ha hecho tener más clientes.
"Uno se impone a trabajar todos los días, solo cuando es causa de fuerza mayor, no estoy aquí, pero gracias a eso, tenemos clientes de muchos municipios y hasta de otros estados del país", dijo el comerciante.
Además de churros y papas, también tiene plátanos preparados, garbanzos, cacahuates, papas fritas, chicharrones, entre otras botanas.
Gustavo ha logrado mantener a su familia de tres hijos gracias a este noble oficio. Su vida y la de su esposa giran entorno a su comercio.