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La Mina San Juan se erige como un ícono imperecedero en la historia de Pachuca, destacando su legado de 150 años en la región.
Esta emblemática mina se distingue por su significativa producción, su función como centro de desagüe y su papel centralizador del mineral extraído de diversas minas circundantes, tales como Pachuca, Real del Monte, El Chico y El Cerezo, desde la segunda década del siglo XX.
Ubicada en el pintoresco barrio de San Juan Pachuca, al norte de la ciudad, la Mina San Juan se alza majestuosa. Desde las alturas de este barrio, un mirador ofrece una vista privilegiada de la mina, la hacienda de beneficio de Loreto y una extensa porción de la capital hidalguense.
Este enclave histórico no solo es testigo de la riqueza mineral de la región, sino que también sirve como un recordatorio tangible del trabajo arduo y la dedicación de generaciones pasadas.
La Mina San Juan no solo es un hito geográfico, sino también un monumento vivo que encarna la historia y la identidad de Pachuca.
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