La tarde del 10 de enero, usuarios de redes sociales compartieron imágenes del peculiar atardecer en la Ciudad de México.
Por medio de la plataforma X, internautas desataron su furor al mirar el cielo teñido de rojo y con nubes lenticulares.
Sin embargo, no todos los colores se dispersan por igual, el azul se dispersa más que el resto, ya que el oxígeno y nitrógeno absorben mayoritariamente la luz azul-violeta, dejando pasar la naranja-rojiza.
Esto permite explicar por qué el cielo suele verse más azul al mediodía que a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde, ya que el sol está en su punto más alto y su luz atraviesa intacta la atmósfera.
Cuando el sol comienza a desaparecer tras el horizonte, el cielo deja de ser azulado y se tiñe de una luz rojiza, una estampa que traduce que en ese momento los rayos solares atraviesen una parte de la atmósfera mayor, chocando más veces con las partículas suspendidas en el aire y que se pierda el azul.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, el fenómeno ocurre cuando los vientos rápidos chocan contra la ladera de una montaña u otra estructura alta.
Estas se generan de manera estacionaria y lenticular debido a que atrapan la humedad y le dan 'molde' a la formación gaseosa que se dan de acuerdo a factores como viento, presión atmosférica, temperatura o humedad ambiental. Y se puede encontrar más de una, en forma horizontal y vertical.