El acné puede convertirse en una verdadera molestia en la vida diaria. Su persistencia en la piel no solo impacta en la apariencia física, sino también en la confianza y el bienestar emocional de aquellos que lo sufren.
Esta afección dermatológica no hace distinciones, ya que puede afectar a cualquier persona. Por lo general, las cicatrices de acné, son una preocupación común para el 80% de los adolescentes y el 20% de mujeres entre 20 y 50 años, por las huellas que dejan en la piel.
Las zonas más susceptibles al acné incluyen la cara, el cuello, la espalda, el pecho y los hombros. La Dra. Arantxa Arana, dermatóloga de la Clínica Pérez Sevilla, nos guía a través de los diferentes tipos de cicatrices y las causas que las generan.
Cicatrices Hipertróficas y Queloides:
Sobresalen, pueden causar dolor y picor.
Frecuentes en tórax, espalda y lóbulo de la oreja después de acné intenso.
Cicatrices "En Furgón" (Boxcar Scars):
Agujeros o depresiones superficiales o profundas.
Suelen aparecer en el rostro, especialmente en la sien y las mejillas.
Cicatrices en Picahielo:
Agujeros puntiformes profundos, típicos de las mejillas.
Cicatrices Onduladas (Rolling Scars):
Textura irregular, suaves, visibles a contraluz.
La Dra. Arantxa Arana señala que las cicatrices surgen debido a un defecto en la cantidad y disposición del colágeno durante la reparación de la piel después del acné. El exceso de colágeno resulta en cicatrices hipertróficas o queloides, mientras que la falta de tejido cicatricial adecuado conduce a cicatrices atróficas o deprimidas.
Así mismo, la manipulación de las lesiones de acné, infecciones y la inflamación de la piel también aumentan las posibilidades de cicatrices. Además, algunas lesiones pueden volverse hiperpigmentadas debido a la estimulación de melanocitos.
Ante esto, recuperar la piel de las cicatrices de acné requiere un enfoque personalizado, combinando diversas técnicas según el tipo y grado de la cicatriz, por eso, la atención temprana y la consulta con dermatólogos especializados son clave para obtener los mejores resultados.
Una vez tratada, la cicatriz persiste en un 70-80% de mejora permanente.
Con el tiempo, nuevos tratamientos pueden mejorar aún más los resultados estéticos.