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Durante la Semana Santa, los colores que adornan las vestimentas litúrgicas y los altares tienen un profundo significado simbólico que refleja los distintos momentos de la vida de Jesús y los valores centrales de la fe cristiana. Descubre el profundo significado detrás de estos colores que adornan las celebraciones religiosas.
Según la Agencia de noticias católica, durante la Pascua se usan tres colores distintos, cada uno con un significado específico y asignado a días particulares de la temporada.
Blanco y dorado: Alegría y pureza del alma
El blanco y el dorado simbolizan la alegría y la pureza del alma. Según la Instrucción General del Misal Romano, el blanco se utiliza durante las misas de Pascua y representa la celebración y la luz de Cristo resucitado.
Negro y morado: Duelo y penitencia
El negro representa el duelo y el luto, especialmente observado el Viernes Santo. El morado, por su parte, simboliza la Cuaresma, la penitencia y la vigilia, preparando el camino para la celebración de la Pascua.
Rojo: La sangre derramada por Jesucristo
El rojo evoca la sangre derramada por Jesucristo como símbolo de su amor y sacrificio. Es común encontrar este color en los adornos florales de los pasos procesionales y a se utiliza únicamente en el Domingo de Ramos y el Viernes Santo.
A través de estos colores, la Semana Santa no solo conmemora los eventos cruciales de la vida de Jesús, sino que también invita los fieles a reflexionar sobre los valores, como la esperanza, la pureza y el amor.