El recurrir a la donación de sangre solo en caso de emergencia, es un hábito ciudadano que ha provocado una angustia a familiares de pacientes internados en algún hospital, debido a que la cultura de la donación voluntaria sigue siendo mínima en comparación a su utilidad, además de que no todos son candidatos.
Antonio Eduardo Gutiérrez Rodríguez, del Centro Estatal de la Transfusión Sanguínea (CETS), en Hidalgo, detalló que en la entidad se cuenta con un banco de sangre que recibe a todas las personas que desean hacer su donación, los cuales provienen de los diferentes hospitales del sector salud.
En el último año, se contabilizaron 12 mil 500 unidades de sangre funcionales, de 37 mil 500 posibles donantes, es decir, solo tres de cada 10 voluntarios, pasan los filtros para contar con una bolsa de sangre segura.
La honestidad del donante es un factor prioritario, debido a que en un primer filtro se especifican los requisitos, y de esta depende en gran medida para que el proceso sea exitoso.
“Contar con una identificación oficial vigente es un requisito indispensable que nos marca la norma 253, no haber tenido más de dos parejas sexuales durante el último año, tener edad requerida, la talla y no haber estado enfermos, son algunos de los requisitos”, informó Gutiérrez Rodríguez.
El segundo filtro es verificar la visibilidad de venas, para pasar a un estudio de sangre en donde se valora su calidad. Una vez concluido el proceso, el donante es entrevistado por un médico que cuenta con los resultados de laboratorio y el historial clínico, posterior a ello, se determina si el candidato cumple con los lineamientos para ser donante.
Entre los factores más predominantes, por lo que una persona no es candidata a donación, ha sido el no contar con una identificación vigente y no estar en el rango de edad requerido, que es de los 18 a los 65 años de edad.