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Entre el Catálogo Nacional y el Catálogo Estatal de Pueblos y Comunidades Indígenas la diferencia entre los inscritos es cercana al 10 por ciento, pero en su mayoría las comunidades hidalguenses están validadas en ambos.
Luego de que el gobierno federal dio a conocer que con base en el catálogo nacional, así como las reglas de operación se definirán quienes podrían acceder a un presupuesto propio para el siguiente año, la Comisión Estatal para el Desarrollo Sostenible de los Pueblos Indígenas (CEDSPI) indicó que la mayoría de poblaciones autoadscritas se encuentran consideradas en ambos listados.
El Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) indica que son los nahuas, otomíes y tepehuas e incluso hay población totonaca, la que prevalece en la Hidalgo; independientemente de sus variantes lingüísticas y la ubicación de sus localidades.
Acaxochitlán, Alfajayucan, Atlapexco, Calnali, Cardonal, Chapulhucán, Chilcuautla, Huautla, Huazalingo, Huehuetla, Huejutla de Reyes, Ixmiquilpan, Jacala, Jaltocán, Lolotla, Metztitlán, Nicolás Flores, San Bartolo Tutotepec, San Felipe Orizatlán, San Salvador, Santiago de Anaya, Tasquillo, Tecozautla, Tenango de Doria, Tepehuacán de Guerrero, Tepeji del Río, Tianguistengo, Tlanchinol, Tulancingo, Xochiatipan, Yahualica, Xochicoatlán y Zimapán son los municipios con población indígena que se autoadscriben como tal.
Se estima que al menos son entre 900 y mil las localidades que están ya inscritas. Sin embargo, hay solicitudes que se ingresan y se tienen que validar por el mismo INPI.
A decir, de Prisco Manuel Gutiérrez, titular de la Comisión Estatal para el Desarrollo Sostenible de los Pueblos Indígenas (CEDSPI) la diferencia entre el Catálogo Nacional y el Catálogo Estatal de los Pueblos y Comunidades Indígenas es la validación que cada uno tienen, pero la mayoría de quienes se autodescriben están incluidos en ambos.
Sin embargo, consideró que se tienen que esperar a que se cuente con las reglas de operación de la federación para conocer quienes podrán acceder a los recursos.
El mecanismo para determinar en qué y cómo aplicar el recurso será determinado en asamblea, consultas e incluso en votación a mano alzada, pues el grupo acordará la dinámica, tal y como ocurre en la designación de sus autoridades internas.
Un dato por destacar es que si bien el INPI tiene un listado y el Congreso Local emitió otro listado, el acuerdo estará firme con el federal, pues es quien dispersó los recursos públicos y supervisará el destino.
En plano estatal, Prisco Manuel Gutiérrez, destacó que el interés de integrarse al Catálogo Estatal de Pueblos y Comunidades Indígenas creció en los últimos años, y recientemente localidades de Huasca de Ocampo, ya ingresaron su solicitud de incorporación. Situación similar ocurre en Apan.
Durante el sexenio pasado, en entidades como Oaxaca, Chiapas y Puebla se construyeron caminos artesanales con recursos generados por la regularización de automóviles de procedencia extranjera. En Hidalgo fue a través del Bienestar que se construyeron vialidades con la mano de obra local en la Sierra Otomí- Tepehua.
De acuerdo con el titular de la CESPH, el recurso no se aplicó en su totalidad en el año en curso, por lo que se prevé que el siguiente pueda destinarse justo para la población indígena.
Añadió que otro rubro por considerar es la transición energética en estos pueblos, pues actualmente el sistema de bombeo de agua en pozos les demanda altos pagos del servicio de energía eléctrica. Y el planteamiento es la adquisición e instalación de celdas fotovoltaicas para aminorar los costos.
Adelantó que con el Programa Hídrico, se podría considerar, “desde Tepeji del Río hasta Zimapán, que es una región que tendrá que ser beneficiada”.
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