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Pacus caminó durante 12 años los senderos del Parque Nacional Los Mármoles, pero con su muerte solo queda una especie más en Hidalgo de los registrados por el Censo Nacional (Cenjaguar) de 2018.
De acuerdo con Fundación Invictus, esta medición arrojó que en el territorio hidalguense había presencia de tres de estos grandes felinos que se encuentran en peligro de extinción. No obstante, uno fue víctima de la cacería furtiva y el sábado pasado murió uno más luego de ser rescatado.
La noche del 1 de septiembre comenzó a circular un vídeo en redes sociales del avistamiento de Pacus, caminando sobre la carretera en las inmediaciones del basurero de Pacula. Tenía el rostro inflamado y se apreciaba que tenía una mala condición física. Personal de la fundación, brigadistas de la zona y personal de dependencias de gobierno pusieron en marcha el rescate, y después de varias horas lograron encontrarlo y trasladarlo a Pachuca.
A pesar de la rapidez con la que actuaron, el estado de salud de Pacus era delicado, debido a que tenía un tumor cancerígeno y la mandíbula fractura por el impacto de una bala de un rifle; es decir, intentaron cazarlo. El jaguar estuvo seis días en terapia intensiva y luego falleció.
Esto ha prendido las alarmas de Invictus, por lo que buscarán acercarse al Congreso local para que destinen recursos para el monitoreo de grandes felinos en Hidalgo, con el objetivo de vigilarlos y cuidarlos, así como para su conservación. También buscarán que se implementen programas informativos para concientizar sobre la importancia de estas especies en el ecosistema y la convivencia y respeto con ellos.
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