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Las políticas públicas para erradicar el feminicidio que han aplicado las diferentes instancias de gobierno no han funcionado porque se enfocan en la atención del problema una vez que se atenta contra la vida de una mujer, pero no existen iniciativas para prevenir ese delito, el atender las causas que generan dicho tipo de violencia, consideró Rafael Castelán Martínez.
El activista de derechos humanos resaltó la importancia de enfocar la política gubernamental hacia la reconstrucción del tejido social para que la preocupación sobre la violencia hacia las mujeres no se quede en el discurso, si no que se realicen acciones de convivencia en las comunidades, donde se dialogue con personal de salud, educación y desarrollo social para tratar el problema.
“Es importante que las instituciones tengan el presupuesto necesario para atender las causas y la problemática en general, también que tengan una posición para tomar decisiones”, expuso.
Castelán Martínez consideró que prevalece una política de simulación en la atención de los delitos relacionados con razones de género, toda vez que se privilegian rivalidades electorales donde la preocupación es mayor para la renovación de cargos públicos y no para garantizar los derechos humanos de todas las personas.
“La violencia sigue presente, para los gobiernos es políticamente incorrecto hacer políticas reales para combatirla, pero llegan a su casa y ejercen violencia, reproducen estereotipos y roles de género, es decir, se continúa con la violencia estructural”, agregó el activista.
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