A pesar de las dificultades que el año pasado enfrentó por falta de instalaciones, la asociación Corazón de Lumardi cumplirá 10 años de atender a personas con discapacidad y contribuir a su formación profesional con la capacitación para elaborar postres, jabones o productos de serigrafía.
La organización se creó hace una década ante la preocupación de madres, padres, familiares y cuidadores de personas con discapacidad que, al llegar a cierta edad, ya no son aceptados en los Centros de Atención Múltiple (CAM).
Así fue como nació el Corazón de Lumardi para continuar con clases y formación para la vida adulta. Actualmente, este lugar situado en la colonia Adolfo López Mateos de la capital hidalguense, atiende a 23 personas de 14 a 60 años de edad.
Los alumnos que acuden tienen condiciones como parálisis cerebral, síndrome de Down o autismo, otros son débiles visuales y auditivos, todos conviven y toman clases de acuerdo a sus habilidades.
A 10 años de su creación, la organización y sus integrantes organizaron un festejo para visibilizar la discapacidad intelectual, al igual que la labor que realizan quienes cuidan de las personas con dicha condición, expresó Paloma González, madre de familia y voluntaria de tiempo completo en el Corazón de Lumardi.
La reunión será el próximo jueves 29 de agosto a las 6 de la tarde en el salón Sensetto, el objetivo de la celebración es crear alianzas para tener mayor alcance y así atender a más personas que viven con alguna discapacidad intelectual.
Por su parte, Alfonso Hayyim Flores Barrera, titular de la Dirección de Inclusión para las Personas con Discapacidad de la Secretaría de Bienestar e Inclusión Social (Sebiso) de Hidalgo, consideró relevante reconocer a estas organizaciones que laboran sin fines de lucro y que buscan una vida digna para quienes acuden a sus instalaciones.
De acuerdo con datos de dicha dirección, en Hidalgo hay al menos 21 asociaciones que atienden a personas con discapacidad; de estas, siete están formalmente constituidas.