El Día de Muertos ya está en puerta, por lo que miles de hogares en México alistan sus altares para recibir a sus difuntos en una tradición que data de muchos siglos.
Cada estado de la República Mexicana y cada región de los estados tiene una particularidad en cuanto a levantar sus altares para recibir a sus muertos, los alimentos, adornos y demás artículos varían e Hidalgo no es la excepción.
En la región del Valle del Mezquital, la celebración de Día de Muertos, es una tradición que une a las familias y todos los integrantes, desde el más pequeño hasta el más grande, participan en la colocación del altar y la ofrenda.
La familia Aquino Gaona que vive en Ixmiquilpan, dijo que acostumbra reunirse con los padres o abuelos para colocar el “altar grande”; por ello se dice que esta tradición reúne a las familias, pues aunque ya estén casados(as) los hijos y aunque pongan un pequeño altar en sus hogares, realizan uno “grande” en la casa que los vio crecer.
Los elementos que no pueden faltar, es el pan de muerto, el café, las flores, dulce de calabaza, camote, incienso, tamales, fruta, sin embargo, en los últimos años, debido a la situación económica, ha disminuido la cantidad de productos y comida que colocan en a la mitad.
Otra de las costumbres en comunidades de Ixmiquilpan, es que el 2 de noviembre, luego de llevar a misa y a bendecir las flores que colocan en los panteones, las familias llevan comida y realizan un convivio en el cementerio.
También, reparten los productos y comida que colocaron en su ofrenda entre sus vecinos, práctica que no solamente se hace en Ixmiquilpan, también en Cardonal; en específico en la comunidad Pinalito, en donde además el 1 de noviembre en la noche se reúnen las familias, rezan el rosario, vinuetes con trío huasteco y realizan una procesión con velas y al término un convivio, informaron vecinos de esa localidad.
En el municipio de Tulancingo es muy tradicional en cuanto a sus altares con temática alusiva al Día de Muertos.
Como elementos predominantes, los altares, cuentan con la colocación de la cruz de cempasúchil, que de acuerdo a participantes, simbolizan los cuatro puntos cardinales y la convergencia de caminos.
La oración y la Unión de la tierra con el cielo, es presentada con el copal y el incienso, mientras que las velas representan la iluminación del camino para que las almas lleguen a disfrutar de la luz divina.
No pueden faltar las frutas, comidas, bebidas y los retratos de conocidos que ya fallecieron.
Y por supuesto no puede faltar el festejo del Xantolo en la zona huasteca donde la influencia de la tradición se traslada a los hogares huastecos.
Las familias de la zona de Huejutla basan sus altares principalmente en las flores de cempasúchil, con las cuales aparte de adornar los arcos de sus portales, sirven para llenar de colorido las mesas y fotografías de los familiares que ya partieron a otro plano.
La comida es muy diversa, pero nunca faltan las frutas de la región, además del pan y platillos que en vida le gustaban al difunto.
Aunque los precios de los productos han encarecido las ofrendas, a veces se incluye en los altares el zacahuil hecho de carne de puerco, pollo y res.
Los difuntos ya vienen y sus parientes están listos a darles la bienvenida.