Cualquier sombra era buena, el termómetro marcaba 31 grados, aunque en los pies se sentían 40, pero nadie se movía, nadie cedía su espacio en la apretujada Plaza de la Constitución todos querían saludar y corear porras a su candidata Claudia Sheinbaum, quien hizo gala de su experiencia ante las multitudes para enfrentar a un público difícil y acalorado.
Sin muchas vueltas y directa, planteó ante el griterío que desbordaban algunos, que era muy sencillo, quedarse allí en la disputa interna o bien permitir que el segundo piso de la cuarta transformación se pudiera concretar en Hidalgo.
Para ello explicó que habrían de votar con una palomita o un tache por algunos de los tres partidos que aparecen en las boletas y “en lo local, también porque vamos con Nueva Alianza”.
Los gritones con mantas de los usuarios de las aguas negras, algunos del PT y otros del PVEM guardaron silencio, mientras la candidata de Juntos hacemos historia, reconoció del presidente Andrés Manuel López Obrador la obra social emprendida durante su sexenio y de ellos, dijo que habría de seguir su ejemplo y distintos programas.
Con gritos y levantando la mano, los más de cuatro mil asistentes coreaban un sí se logrará, dijo Claudia Sheinbaum, mantener la beca para los estudiantes de preparatoria, pero además habrá una beca para estudiantes de nivel básico, que será con poco dinero pero que les ayudará a no dejar la escuela. Aclaro, actualmente se hace con los alumnos de muy bajos recursos, “ahora será para todos”.
Bajo el principio de primero los pobres, se hará un reconocimiento al trabajo que hacen las mujeres; el apoyo incondicional a los discapacitados, continuarán las becas de jóvenes construyendo el futuro, quienes tendrán mayore oportunidades de alcanzar una profesión con la construcción de universidades y preparatorias.
En este mismo sentido, la aspirante a la Presidencia de la República pedía que todos aprobaran su propuesta. Entonces así también levantaron la mano para que se construyan un millón de viviendas en donde las mujeres serían las propietarias, porque es quien se hace cargo, generalmente, de ellas.
Ante la demanda de regularizar las aguas negras, explicó que la Ley de Aguas Nacionales será revisada, no para quitar el agua o dar más, sino para que exista una distribución equitativa.
Procedentes de Francisco I. Madero, algunos de Alfajayucan, y otros de Progreso de Obregón y Mixquiahuala festejaron la propuesta, debido a que ello permitiría acabar con el control que tienen algunos líderes.
Pedro Hernández, un campesino viejo de ojos tristes, iluminaba su cara las promesas de la candidata. “Nadie tiene agua, nadie tiene casa, ojalá, ahora si nos llegue la nuestra”, afirmaba mientras relata vivir en una casa muy grande de piedra en Ajacuba, pero sin agua potable ni electricidad.
Reconoció la labor realizada por el gobernador Julio Menchaca, al momento que dijo que sumarán esfuerzos para lograr algunas propuestas más, como terminar la carretera no hasta Huejutla, sino hasta Tamazunchale.
Ricardo Monreal, que fue el primero al micrófono, planteó que México vive un momento crucial y todos deben participar para lograr que la transformación continúe. Y en el caso de Hidalgo, recién terminó el tiempo del autoritarismo y el viejo régimen, entonces debe existir razonamiento porque se encuentra la entidad en una transformación profunda. Y conminó a cerrar filas
El calor que reportaba una sensación de 33 grados centígrados, no fue suficiente para hacer que los presentes se movieran de sus lugares, hasta cantar el Himno Nacional Mexicano junto con su candidata.