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Por amenazas, miedo, usos y costumbres, las mamás con hijos que fueron sustraídos por los padres no denuncian.
Este tipo de violencia, denominada ‘vicaria’, ha registrado en Hidalgo 250 casos de acuerdo con la Colectiva Vasta; sin embargo, solo el 10 por ciento de estos incidentes derivaron en denuncias.
En mayo del 2022 fue tipificada en el Código Penal de Hidalgo la violencia vicaria que ocurre cuando se atenta contra las hijas e hijos de una mujer con el propósito de dañarlas, controlarlas o manipularlas.
Tras la reforma, Katia Icela Vázquez Peralta fue la primera en denunciar este delito; sin embargo, hasta el momento su carpeta no se ha judicializado y una parte lo atribuye al desconocimiento y falta de capacidad en la materia por parte de las autoridades procuradoras de justicia.
Katia, a su vez, representante en Hidalgo de la Colectiva Vasta, integrada por madres de familia víctimas de violencia vicaria que, como ella, buscan recuperar a sus hijos.
Tan solo de 2022 a 2024, Katia indicó que suman 250 mujeres de diferentes municipios de la entidad hidalguense que se han acercado a la colectiva por padecer este tipo de violencia.
De ellas, sólo 25 madres denunciaron ante las autoridades procuradoras de justicia, lo cual significa que un 10 por ciento se investiga a través de carpetas.
Dicha situación la atribuyó a los usos y costumbres que persisten en zonas como Acaxochitlán, así como amenazas que reciben de los agresores, principalmente en Ixmiquilpan y Tula.
Por su parte, Pachuca es el municipio de mayor incidencia en estos casos, mientras que el que va en aumento es Tizayuca, ya que tan sólo del 20 a 22 de enero de 2024, tres madres se acercaron a la colectiva para buscar acompañamiento ante la sustracción de sus hijos.
Si bien Katia reconoció que todavía existe temor por parte de algunas víctimas, consideró que este tipo de violencia está cada día más visibilizada e incluso, evocó el decreto que se publicó el 18 de enero en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Dicho decreto reforma la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, así como a los códigos Civil y Penal federales, para definir y tipificar la violencia vicaria “como cualquier acto u omisión que, con el objetivo de causar perjuicio o daño a las mujeres, se dirige contra las hijas y/o hijos”.
En el caso de Hidalgo, la Colectiva Vasta identificó que al menos 10 mamás buscan reclasificar el delito de violencia familiar a específicamente vicaria, que a raíz de las reformas aplicadas en Hidalgo alcanza sanciones de 1 a 6 años de prisión, a diferencia de lugares como la Ciudad de México donde la pena es de hasta 9 años.
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