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En una averiguación previa, que se mantuvo en las sombras durante dos décadas, se detalla como a unos meses de dejar la gubernatura en Hidalgo, Jesús Murillo Karam fue señalado como presunto responsable de la desaparición del diputado federal Manuel Muñoz Rocha.
Un potrero ubicado en la huasteca, justo en la comunidad de Los Otates, propiedad del líder Bernabé Cruz Flores es donde habría sido enterrado el legislador que desapareció de forma misteriosa, luego que fuera señalado como autor de la muerte del secretario general del CEN del PRI, Francisco Ruiz Massieu.
Paradójicamente, ahora, el ex gobernador Murillo Karam, enfrenta un proceso por la desaparición de los 43 muchachos de Ayotzinapa, Guerrero.
Un escrito ciudadano enviado al entonces presidente Vicente Fox Quezada, motivó al titular de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) Rafael Macedo de la Concha, ordenar las indagatorias sobre la participación del ex gobernador en la muerte del entonces diputado federal.
El líder campesino Bernabé Cruz fue señalado como “responsable de la muerte de Manuel Muñoz Rocha porque en su comunidad fue asesinado en los Otates…”, “todo con la protección de (Carlos) Salinas y sus grandes amigos Murillo Karam que estuvo involucrado”, afirma la denuncia que originó la averiguación previa APH/254/2003.
Las diligencias fueron abortadas un año después. “No se puede continuar con la investigación por la efervescencia política con motivo de las próximas elecciones en el Estado y la gran representatividad política y social que revisten las personas investigadas, evitando con esto un conflicto de carácter político y salvaguardando la integridad de esta H. institución y del personal que realiza dicha la investigación…”, determinan los funcionarios federales en el expediente.
LA DESAPARICIÓN
Conforme al relato, una vez que llega Muñoz Rocha a Pachuca en búsqueda de su amigo el médico, es sustraído y llevado hasta el potrero de Cruz Flores en donde le dan muerte para luego ser enterrado.
Bajo este indicio, los agentes de la Agencia Federal de Investigación (AFI) se dieron a la tarea de buscar al denunciante desde principios del 2003, mismo que no fue localizado a través de las instituciones municipales, estatales y federales.
El escrito entregado a expresidente Vicente Fox Quezada, no sólo formula la acusación, sino que denuncia las viejas prácticas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en los siete municipios que integran la región. “La huasteca ha donado mucha sangre para democratizar el estado, queremos quitarle el yugo…” y los acusan de muertes, incluyendo la de maestros en tiempos de la guerra fría.
Las indagaciones sobre Bernabé Cruz, dirigente de la Unión Regional de Ejidos y comunidades de la huasteca hidalguense (URECHH) y de forma aliada con Murillo Karam iniciaron el 10 de febrero del 2003 y fue hasta el 14 de enero del 2004 cuando el personal de la PGR consideró procedente la consulta de reserva.
MUÑOZ ROCHA
Pistoleros asesinaron al secretario general del CEN del PRI, Francisco Ruiz Massieu a unas cuadras de su oficina, lo que desencadenó una cacería contra Manuel Muñoz Rocha a quien señalaron como posible responsable junto con Raúl Salinas de Gortari, hermano del expresidente.
Acorralado, el legislador se refugió en casa de un compadre en Pachuca, desde donde realizó llamadas telefónicas con Raúl Salinas de Gortari, quien le indicó que lo esperaba en su casa ubicada en Paseo de la Reforma de la Ciudad de México. Para ello, pidió auxilio a su compadre que lo llevara.
Allá, su compadre se quedó a esperarlo en el restaurante Excellence, ubicado en Prado Sur en Lomas de Chapultepec la vuelta de la casa de Raúl Salinas, cosa que ya nunca sucedió.
Francisca Zetina “La Paca”
Considerado como el caso más infame de la justicia mexicana, Francisca Zetina “La Paca”, vidente y guía espiritual de Raúl Salinas de Gortari, tuvo “la visión” de ubicar el cuerpo de Manuel Muñoz Rocha y con personal de la Fiscalía General de la república fue desenterrado
Según ella, el ex diputado Muñoz Rocha fue atacado con un bat hasta morir y sus restos estaban en un jardín de la finca El Encanto, propiedad de Raúl Salinas.
La historia fue tomada como buena, aunque las pruebas de ADN mostraron que se trataba de otra persona y por ello, fue sujeta a prisión.El 29 de septiembre de 1994 fue visto Muñoz Rocha con vida, y el caso fue cerrado.
