Veía a Claudia Sheinbaum y gritaba mientras daba saltos, no daba crédito estar en el Zócalo y coincidir con la primera presidenta de México, y lo disfrutaba porque no en vano se levantó muy de madrugada para tomar la 57 y llegar a su "cita con la historia".
Recuerda su lucha de maestra opositora de toda la vida y ahora que ondeaba su bandera en la plaza principal del país junto con gente que pensaba igual que ella, lo disfrutaba a más no poder, "francamente, nunca pensé verlo".
Sonríe cuando recibe la pregunta ¿y de dónde viene?
Claudia Sheinbaum apareció, y la maestra de pueblo como ella se decía, se limpiaba la cara frenéticamente como para borrar sus emociones. “Esto es solo el principio, yo lo sé, decía mientras interrumpía la charla al corear "es un honor, estar con Claudia hoy".
El anuncio del suburbano México-Pachuca será el primer tren de su gobierno, ella afirmaba frenética, “se lo dije”. Mientras que el anuncio de limpiar la zona contaminada de Tula ganó los aplausos de habitantes del Valle del Mezquital que se arremolinaban junto al templete.
La humareda con olores místicos que se dispersaban desde el pódium chocaba entre el gentío que cada vez cabía menos en la zona central del Zócalo. Juan, su esposo desde hace catorce años, sonríe y aprueba lo que ella dice.
Ese anhelo lo compartían, sin duda, muchos de Hidalgo que entre porras y ondeando banderas, ingresaron al Zócalo para hacerse sentir y agradecer con gritos el ser tomado en cuenta en los proyectos nacionales.
El primer tren suburbano que se encuentra planeado para salir de la estación de Buenavista, pasar por el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y llegar a Pachuca, será un motivante para la interrelación económica con el mercado más grande del país que es la CDMX, además de ser considerado para albergar miles de viviendas que comprende el plan enfocado a los jóvenes.
Y el de mayor rentabilidad, que va a sanear junto con el gobernador Julio Menchaca, la zona colindante de la presa Endhó, que se ha convertido en un riesgo para la salud no sólo de los hidalguenses, sino del centro del país. Esos puntos, festejaba la maestra. “Va a ver que nos irá mejor”, decía mientras corría con su bandera para acercarse a la plataforma en donde Claudia, la primera presidenta de México, se despedía.