Son más de 50 casas las que están en riesgo de ser afectadas por el crecimiento del caudal del río Tula, pues se construyeron antes de que el río aumentara su tamaño, señaló el diputado Octavio Magaña Soto, quien aceptó que las personas también tienen responsabilidad por haber construido en la rivera.

Señaló que luego de que en los años 60 y 70 se aprobó que las descargas de aguas negras de la Ciudad de México llegaran a Tula, provocó que el caudal del río fuera mayor, por lo que ahora ya es un factor de riesgo para casas y negocios que se instalaron en la zona.

A pesar de ello, las personas han continuado con la construcción de viviendas alrededor del río Tula, como sucede en las colonias: Centro, Pueblo Nuevo, Zaragoza, San Marcos Lorenzo, 16 de enero, La Malinche y San Francisco, entre otras.


El legislador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) explicó que en el 2016 se planteó un plan hídrico de 18.5 kilómetros que consideraba cinco etapas, entre ellas el revestimiento, ampliación y rectificación del río Tula, pero la obra no se concluyó porque fue detenida por un grupo de ambientalistas, quienes se opusieron a la tala de árboles.


“En ese momento la Conagua alertó que si la obra no se realizaba, Tula se podría inundar si se presentaban lluvias atípicas como sucedió el pasado 6 de septiembre de 2021”, dijo Magaña Soto.


Sobre las personas que fueron desalojadas luego de que una vivienda resultara afectada por un socavón, Octavio Magaña Soto señaló que las autoridades deben informar si las familias pueden regresar a sus hogares porque adelantó que reubicarlas sería un problema mayor.


“Se requiere de un trabajo interinstitucional para poder dar claridad y certeza a las familias afectadas, para que puedan regresar a sus hogares o ver alternativas para que no pierdan su patrimonio, es un reclamo legítimo, pero también hay responsabilidad compartida entre ciudadanos y gobierno”, agregó.

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