El pitido de la locomotora hizo que miles de personas se estremecieran de emoción; un imponente tren con su silbato anunciaba su llegada a la Estación de Aragón, en el municipio de Nopala de Villagrán, Hidalgo.

A lo lejos, la gente veía cómo se acercaba la máquina que parecía haber viajado en el tiempo, era la locomotora Empress 2816, que fue construida en 1930 y llegaba al estado de Hidalgo luego de un largo viaje que inició en Canadá.

Pese a que el tren es antiguo, lucía flamante ante los ojos de las personas que esperaron varias horas para verlo pasar. La locomotora pintada de negro contrastaba con los vivos dorados y rojo que hacían lucir el número 2016. En la parte alta de la cabina, una campana dorada repicaba mientras el ferrocarril bajaba la velocidad para detenerse en la estación.

Miles de personas que se arremolinaron a las orillas de las vías, corrieron para acercarse y fotografiar el convoy que se componía de decenas de vagones pintados de un sobrio rojo y negro. Algunos viajeros del tren se asomaron por las ventanas para saludar a la multitud que aplaudía desde el exterior.

Este espectáculo que seguramente será único en su tipo, pudo ser visto por cerca de 10 mil personas que se trasladaron de diferentes municipios y estados para ver el antiguo ferrocarril que por unos cuantos días podrá ser visto en una exhibición en la Ciudad de México.

Muchos estudiantes vestidos con el uniforme de su escuela y las mochilas a sus espaldas, los delataba que se habían ido de “pinta” para observar el espectáculo histórico.

Algunos niños y jóvenes que aguardaban la llegada, señalaron que el Empress 2816 era igual a la locomotora mágica de la película Harry Potter o el tren de la cinta Volver al Futuro. Y efectivamente, el Empress 2016 se convirtió en una verdadera máquina del tiempo para hacer que sus espectadores viajaran al pasado al verlo pasar.

Reliquia sobre ruedas

El ferrocarril impulsado a vapor es una pieza de museo viviente, pues ese modelo de tren dejó de ser usado en varios países hace más de cinco décadas.

Algunos ancianos que llegaron hasta la estación Aragón, en Nopala de Villagrán para ver la llegada de la locomotora, recuerdan vagamente las historias de sus padres de aquellas máquinas de vapor que cimbraban las casas por donde pasaba el convoy.

Los ferrocarriles de ese tipo son recordados por muchos mexicanos por su importante papel que jugaron en el desarrollo de la Revolución Mexicana. Tanto los revolucionarios como los “pelones”, usaban el tren como su medio de transporte para llevar tropas y armamento, por lo que esas historias de los trenes se guardan en la memoria de muchas familias.

Ahora, en pleno siglo XXI, familias enteras con celulares en mano, algunos con drones en el cielo, trataban de grabar en video el último viaje de uno de los pocos ferrocarriles que sobreviven al paso del tiempo.

La locomotora Empress 2816, al igual que sus contemporáneas, funciona a vapor y alimentada de carbón, sin embargo tiene algunas adaptaciones luego de su restauración, pues pasó más de 50 años retirado.

Añeja historia

La locomotora de vapor tipo Hudson fue construida en diciembre de 1930 por Montreal Locomotive Works. Originalmente fue destinada al servicio rápido de carga y pasajeros, la locomotora trabajó principalmente en el este de Canadá durante casi 30 años antes de retirarse el 26 de mayo de 1960.

Esta máquina sirvió como embajador itinerante a vapor de Canadian Pacific en todo Canadá y Estados Unidos antes de ser almacenado en 2012. Ahora, después de una década de letargo, el motor ha sido cuidadosamente preparado para viajar una vez más sobre los rieles en este viaje intercontinental hasta México.

El Empress 2816, fue bautizado como La Emperatriz por sus constructores, y el 26 de abril de 2024 inició ese viaje para celebrar el primer aniversario de la empresa CPKC.

A diferencia de las locomotoras diésel, no hay dos máquinas de vapor iguales. Cada locomotora construida a mano lleva las marcas de sus fabricantes: toneladas de acero y fontanería que comienzan como un producto en el taller y se transforman en una historia sobre los raíles; una síntesis de ciencia y arte.

El adiós

Luego de una muy breve parada, la locomotora Empress 2816 que fue rodeada de decenas de miles de personas, escucharon el silbato del tren anunciado su partida.

El ferrocarril poco a poco empezó a avanzar mientras familias enteras decían adiós a los maquinistas que aumentaron la velocidad para abandonaba el estado de Hidalgo para dirigirse a su penúltima mirada en el municipio de Huehuetoca en el Estado de México antes de llegar a su destino final en la CDMX, donde el tren podrá ser visto en una breve exhibición.

Al empezarse a retirar la gente de las vías del tren, algunos niños presumían su travesura, pues colocaron algunas monedas en las vías para que fueran aplastadas por el ferrocarril, seguramente ese será un souvenir que guardarán por muchos años.

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