A veces solo hace falta voluntad para que una familia, una madre y una víctima encuentren paz. En un país donde las desapariciones alcanzan más 110 mil personas, algunas son halladas con vida, pero otras jamás aparecen, muchos terminan en una fosa común o en el Servicio Médico Forense (Semefo); en este último lugar, esperan que una huella, un tatuaje o los datos del padrón electoral, los lleve de regreso a casa.
En el 2019 se comenzaron los trabajos para contar con tres procedimientos, que puedan ayudar a los familiares de las víctimas a cerrar su ciclo de duelo, y fue en 2022 y 2023 que fueron puestos en marcha para la identificación, de acuerdo con Santiago Nieto Castillo, encargado del despacho de la Procuraduría de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH).
Búsqueda casa por casa, Plataforma de búsqueda e identificación humana y el convenio con el INE para datos biométricos son parte de las estrategias para la localización.
Hidalgo forma parte de las nueve entidades que trabajan con la información del padrón electoral y que aquí han llevado a entregar nueve cuerpos a sus familiares y la posibilidad de restituir 64 más.
Del 2014 a la fecha en esta entidad se tiene una estadística de 5 mil 165 reportes por desaparición de personas, pero de lo malo lo bueno precisa Santiago Nieto y el 77.5 por ciento se han localizado, esto es, cuatro mil una persona. De este total fueron encontrados con vida a 2 mil 401 mujeres y mil 600 hombres.
El registro de hombres sin vida alcanzó 190 y mujeres 48. La mayoría de estos casos, el 99 por ciento están relacionados a muertes violentas.
En esta entidad quienes más desaparecen son las mujeres con 2 mil 858, contra 2 mil 307 hombres, pero son ellas a quienes se les encuentran con vida con mayor frecuencia.
Todo ello solo es trabajo y voluntad reitera Nieto Castillo, quien advierte que en breve se realizarán al menos seis acciones más para la localización e identificación de personas.
La pandemia de desaparecidos incluye la guerra sucia, la guerra contra el narcotráfico y específicamente en Hidalgo durante la presencia de los Zetas en el estado, precisa el funcionario.
Las madres buscadoras ya son un icono en el país, son el rostro del dolor, pero también de la fuerza y el 80 por ciento de quienes buscan a sus seres queridos son madres. Son ellas las que rascan la tierra o abren una cámara fría con una sola esperanza de reconocer a quienes un día trajeron a la vida.
Yazmín García Escobar, directora de Identificación Humana de la Procuraduría de Justicia, cuenta el antes y el después de que familiares, madres buscadoras o colectivos arriban a este lugar. La contención psicológica es fundamental para evitar el derrumbe.
Algunas personas prefieren entrar solas a un reconocimiento, otras más con algún acompañante o con todo el Colectivo para buscar la fuerza que les ayude con su pérdida. Llegan con el alma rota y algunas se van así, fragmentadas, pero quienes aquí encontraron a su desaparecido, se llevan algo más, la tranquilidad de saber dónde descansan sus familiares.
En el Semefo hay bajo resguardo 393 cuerpos y restos óseos, de éstos 262 están catalogados como no identificados. Pero hay 46 que se sabe quiénes son y de dónde, pero tienen una característica particular, no han sido reclamados; la situación tiene varías explicaciones, la principal es el temor, pues perdieron la vida en algún hecho violento.
Hay una historia que involucra a Jalisco, Querétaro e Hidalgo; en Jalisco una madre buscó durante dos años y siete meses a su hijo, quien trabajaba en Querétaro, todo lo que debía y podía hacer lo hizo y así fue cómo llegó a la entidad, hasta donde al final lo encontró.
Las investigaciones determinan que en Querétaro fue asesinado y arrojado sin vida en el municipio de Huichapan.
Sólo que a estar persona, no se le ha regresado a su tierra, su madre dice no tiene dinero para llevarlo a descansar a su lugar de origen, pero su dolor asegura que está apaciguado, está tranquila de saber a dónde está.
“Yo creí en eso que me dijeron, sentí un aviso de que si era mi hijo el que estaba aquí. Tenía mucha fe en que él estaba y hoy sé que es así”.
La vocal ejecutiva del INE en Hidalgo, Refugio García López, explica que el darle un sentido social a la información del padrón electoral es alentador y que a partir de los datos como son huellas dactilares, fotografías e información personal que se conjuntan en un banco de información en posesión del INE, se puede ayudar en la búsqueda de desaparecidos.
En entrevista informa que con esta serie de datos se realizan las confrontas que tienen las autoridades judiciales y si hay coincidencias se ponen a consideración de las autoridades que complementan la investigación con tareas periciales.
El INE ha realizado 19 convenios de colaboración con las Fiscalías y Procuradurías de distintas entidades, entre ellas la Fiscalía General de la República (FGR), con Hidalgo la colaboración se firmó el 15 de noviembre del 2022.
García López refiere que no existe un área en específico para atender la solicitud en razón de que el padrón y lista nominal permiten estas confrontas. Especifica que todo se trabaja en oficinas centrales, ya que la base nacional se tiene en este lugar.
Ellos realizan esos trabajos por la posesión de datos personales a los cuales no todos tienen acceso por seguridad, asevera la funcionaria electoral.
En estos años se han confrontado 66 mil 604 registros a nivel nacional y hay coincidencia en 19 mil 805 casos, confirmados mediante un dictamen pericial ya son 7 mil 576 registros, en consecuencia muchas familias que finalmente tiene la certeza de dónde está su familiar.
Estas herramientas constituyen para un país en crisis de seguridad la posibilidad de reunir a vivos y muertos o ubicar a los no localizados, pero esto no debería ni siquiera de existir.