Durante 2023 en Hidalgo se registraron 125 embarazos en niñas y adolescentes menores de 15 años a causa de violencia sexual o matrimonios forzados; de estos, 90 ya están en investigación, de acuerdo con Víctor Hugo Vidal Álvarez, titular del Consejo Estatal de Población (Coespo).
La Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) plantea reducir en 50 por ciento la tasa de fecundidad de mujeres entre 15 a 19 años, y para el año 2030, erradicar los embarazos en menores de 15 años.
Este segundo grupo es identificado como Niñas y Adolescentes Madres y/o Embarazadas (NAME), cuyo registro del 1 de enero al 31 de diciembre de 2023 fue de 125 casos en la entidad hidalguense, los cuales sucedieron por matrimonios forzados a pesar de que el 27 de marzo de 2023, los diputados locales aprobaron reformas a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para prohibir dicha práctica.
Debido a que los embarazos en menores de 15 años son producto de violaciones sexuales, 90 de los 125 casos se investigan en carpetas a cargo de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH).
Las estadísticas del Consejo Estatal de Población, también indican el 20 por ciento de las menores interrumpieron el embarazo; es decir, 25 mujeres.
Vidal Álvarez reconoció que, aunque en Hidalgo no están permitidos los matrimonios forzados, “no se han logrado abatir estas prácticas”, pero si destacó un detrimento al pasar de 152 a 125 en los años de 2022 a 2023.
Sin embargo, indicó que también es necesario alcanzar una educación integral en materia de sexualidad en edades tempranas, desde nivel primaria, secundaria y bachillerato.
Si bien indicó que el último año existió una disminución de 500 embarazos en el grupo etario de 15 a 19 años, también puntualizó que la Coespo tiene identificados a 25 municipios prioritarios donde la tasa de fecundidad rebasa el estándar nacional, entre estos destacó a Tulancingo, Huasca, Calnali y Huazalingo.