Por medio de redes sociales, Protección Civil del estado de Hidalgo alertó sobre la aparición de un fenómeno meteorológico conocido como “tornado no-supercelda”, el cual exhortó a la población buscar un refugio.
De acuerdo con los datos de la Subsecretaría de Protección Civil y Gestión de Riesgos de Hidalgo, en agosto de 2014 en el municipio de Almoloya se reportó un tornado de esta magnitud, el cual dejó a su paso daños importantes.
El tornado se detectó el 22 de marzo, por lo cual llamó a la población a estar atenta a los comunicados, además de buscar refugio en un sótano, habitación sin ventanas, permanecer en espacios como el baño, closet, pasillo central o debajo de algo muy resistente.
El Sistema Estatal de Protección Civil exhorta a la población a acatar las siguientes recomendaciones en caso de...
Publicado por Subsecretaría de Protección Civil y Gestión de Riesgos en Viernes, 22 de marzo de 2024
El tornado no-celda es un fenómeno natural conocido como tornado no mesociclónico, tornado no supercelda, “tornados no clásicos”, “tornados no asociados a supercélulas”, debido a que suelen presentarse bajo una nube gris o blanca derivada de una tormenta.
Este tipo de tornado se forma de manera diferente, puesto que puede formarse en ambientes combativos más caóticos o menos organizados, como líneas de tormentas o sistemas de tormentas múltiples.
Son una columna de aire que se forma en contacto con la Tierra y una nube, caracterizada por su alta velocidad angular, son pequeños y de una menor intensidad de viento.
Un tornado no-supercelda pueden formarse en una variedad de situaciones meteorológicas donde haya una combinación de inestabilidad atmosférica, humedad y cambios en el viento a diferentes altitudes que favorezcan la rotación y la convergencia del aire, generalmente están asociados con sistemas de tormentas más caóticos y menos organizados.
La diferencia es su desarrollo, un tornado no-celda se crea a partir de un embudo con forma de cuerda mientras una nube de tormenta crece, por lo que forma torbellinos de escombros. Para su desarrollo intervienen factores como las condiciones atmosféricas, formación y comportamiento.