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La Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) emitió una alerta urgente sobre el consumo de fentanilo, destacando los graves riesgos asociados a esta sustancia debido a su alto potencial adictivo y al elevado riesgo de reacciones adversas y sobredosis.
El fentanilo, un opioide sintético utilizado médicamente para el manejo de dolores crónicos intensos y como anestésico en procedimientos quirúrgicos, es significativamente más potente que otros opioides.
Es 100 veces más fuerte que la morfina y 50 veces más potente que la heroína, lo que incrementa sustancialmente los riesgos de abuso y efectos adversos.
Efectos físicos y psicológicos:
El consumo de fentanilo puede provocar una serie de efectos físicos graves, incluyendo relajación, alivio del dolor, sedación, confusión, somnolencia, mareos, náuseas, vómitos, dolor de cabeza, estreñimiento, retención urinaria, constricción pupilar, problemas respiratorios y discinesia, que se manifiesta en movimientos musculares involuntarios e incontrolados.
Adicionalmente, este opioide puede inducir euforia, aunque menos notable comparada con la heroína y la morfina, y causar alucinaciones, delirio, analgesia, íleo narcótico (cese temporal de las contracciones musculares intestinales), rigidez muscular, constipación e hipotensión.
Riesgo de sobredosis:
El peligro más severo asociado al fentanilo es la sobredosis, que puede resultar en estupor, contracción de pupilas, pérdida de conocimiento y efectos en la piel, la cual se vuelve fría, húmeda y pegajosa, luciendo descolorida, particularmente en los labios y uñas.
Recomendaciones de la SSH
Ante la creciente amenaza que representa el fentanilo, la SSH recomienda que cualquier persona que experimente problemas derivados del consumo de esta u otra droga acuda inmediatamente a una de sus unidades de salud. Además, se ha puesto a disposición la Línea de la Vida al 800 911 2000, donde se puede recibir orientación y, en caso necesario, atención especializada.
La Secretaría de Salud de Hidalgo enfatiza la importancia de buscar ayuda profesional para prevenir los efectos devastadores del abuso de fentanilo y proteger la salud de la comunidad.
