Las investigaciones afirman que los mexicas partieron de la nación Hopi, ubicada en Arizona EEUU en búsqueda de la tierra prometida y en su paso por territorio hidalguense, en el cerro del Hualtepec fueron testigos del nacimiento de Huitzilopochtli, quien los guió finalmente al Aztlán.

Tawa, depositario de la memoria ancestral de la Nación Hopi, visitó este cerro a invitación de El Universal Hidalgo, para rememorar aquel éxodo que dio origen a distintas culturas en Mesoamérica entre ellas la mexica.

Foto: Leilani Martínez
Foto: Leilani Martínez

Apacible, el Abuelo como lo llaman sus seguidores, recorre con la vista el cerro convertido alguna vez en el Olimpo azteca. Coatlicue, barría castigada el gran corredor que aún prevalece de norte a sur, cuando fue fecundada por un ovillo de plumas blancas que encontró en el piso y lo depositó cerca de su seno. De allí el nacimiento de Huitzilopochtli, dios del sol que venció a su hermana Coyolxauhqui y a los 400 surianos que consideraban su nacimiento como una deshonra.

Tawa que ha dedicado los últimos años en alcanzar el pacto con el mayor número de los pueblos originarios del mundo, como Guardián del Bastón Profético Cóndor-Quetzal-Águila, hace énfasis cuando los clanes conformaban la nación Hopi y salieron con distintos rumbos, entre ellos los mexicas.

Plantea que 33 mil años después, es el momento en que todos esos clanes vuelvan a juntarse y justamente es la tarea que tiene Tawa en estos tiempos. Porque afirma “los pueblos originarios son los que pueden salvar a la humanidad”.

En este lugar, donde el profesor alfajayuquense Francisco Luna Tavera realizó la investigación sobre el Olimpo Azteca y describió mucho antes que el INAH, cómo lo sucedido en el Hualtepec fue recreado más tarde en el Templo Mayor de la Gran Tenochtitlán en lo que ahora es el Centro Histórico de la Ciudad de México.

Acompañado por su intérprete, el abuelo Tawa, les pide recordar a todos los pueblos originarios aquellas enseñanzas ancestrales que planteaban que no era necesario tener mucho dinero, sino tener la capacidad de hacer crecer el maíz.

Foto: Leilani Martínez
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Sentado sobre la tierra, a un costado de una milpa, Tawa recuerda que la semilla está en el árbol y el árbol está en la semilla y nosotros somos el árbol, entonces debemos entender que la respuesta a los problemas del mundo está en nosotros. “Debemos acabar con nuestro gánster que todos traemos dentro”.

Y plantea la necesidad de regresar a la alimentación natural, sin alteraciones genéticas o complementos. Dio a conocer durante la entrevista la importancia de saber cultivar la semilla y transformarla en sangre tras la ingesta.

“En los pueblos indígenas es donde está la respuesta, en donde podemos regresar a la paz y retomar el camino”, porque en ellos prevalece la comida tradicional como es el maíz en México, el arroz en el oriente, y así en otros horizontes.

Recordó que 33 mil años atrás, los hopis ya sabían que iba a existir una gran calabaza que iba a explotar y justamente en 1945 fue cuando explotó Hirosima; vino una segunda que se junto con cenizas de distintos centros ceremoniales indígenas de todo el mundo que fue explotada en 2019 y ahora existe una tercera que contiene cenizas de Hirosima, de la de 2019 y se cultiva con las procedentes de todas las comunidades originarias que ha visitado.

Foto: Leilani Martínez
Foto: Leilani Martínez

Para Tawa, viene el tiempo de develar el gran secreto, pero antes se debe modificar la conducta de la humanidad, recobrar la cocina, la alimentación como un principio básico que permitirá la sobrevivencia.

Recuerda que, en 1990, fue adoptado por Titus Qomayumptewa, el último de los cinco ancianos Hopi, que le confió el último mensaje Hopi al mundo, por ello ha dedicado los últimos 25 años a mantener un constante intercambio global con los Ancianos de la Sabiduría. Ya recorrió Asia, Europa, África y América para descubrir cómo se pueden establecer las bases para la paz mundial.

Realizó una representación ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, Suiza, además diseñó la Proclamación Universal que fue acordada por los Ancianos de la Sabiduría de todo el mundo. Y además creó “Pueblo Viva México”, un lugar para ayudar a México a liberarse de cualquier forma de corrupción que está ubicado en el municipio de Querétaro.

ENCUENTRO CON LA COMUNIDAD HÑAHÑU

Ancianos y mujeres de la comunidad de El Nith, fueron los anfitriones del abuelo Tawa en las inmediaciones de el Hualtepec, dirigidos por la Hermana Emilia, quien tras un cálido recibimiento compartieron un ritual de los cuatro puntos cardinales.

Ella, explicó que desde la iglesia católica se practican rituales que tienen que ver con las costumbres y recuerdos de las comunidades indígenas sobre su devenir en esta tierra.

Primero, hicieron una ofrenda mediante un collar de flores de cempasúchil que fue depositada en la tierra, para que existan lluvias suficientes para hacer crecer el cultivo de maíz.

Posteriormente Tawa recibió otro collar y tras la ceremonia, degustaron, platillos propios de la zona, todos ellos cocinados a la usanza del valle del Mezquital. Hubo un agradecimiento por Tawa quien se dijo dispuesto a compartir sus conocimientos con los pueblos que así lo requieran, dentro de esta cruzada por alcanzar la paz.

Foto: Leilani Martínez
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