En el 40 por ciento de los municipios de Hidalgo hay al menos un tiradero clandestino, de acuerdo con datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnath) de la entidad.
Lo anterior significa que 33 de las 84 demarcaciones municipales que conforman el estado tienen un basurero a cielo abierto; es decir, no cumple la Norma 083-SEMARNAT-2003, que contempla las especificaciones de protección ambiental para la construcción, operación y obras complementarias de un sitio de disposición final de Residuos Sólidos Urbanos (RSU).
La mayoría de los tiraderos se sitúan en Huasteca y en la Sierra Alta; por ejemplo, en la primera región en mención se localiza uno en Atlapexco, otro en Huautla, uno más en Huazalingo, el listado lo continúa Huejutla, Jaltocán, San Felipe Orizatlán, Xochiatipan y Yahualica.
En la Sierra también hay basureros clandestinos que se sitúan en: Calnali, Eloxochitlán, Molango, San Agustín Metzquititlán, Tepehuacán de Guerrero, Tianguistengo, Tlahuiltepa, Tlanchinol y Zacualtipán.
Los restantes se ubican en otras zonas de la entidad como: Atotonilco el Grande, Cardonal, Chapulhuacán, Huasca de Ocampo, Ixmiquilpan, La Misión, Nicolás Flores, Pacula, Pisaflores, Progreso de Obregón, Tasquillo, Tepeapulco, Tezontepec, Tolcayuca y Zimapán.
De acuerdo con la Semarnath, a este listado de 33 municipios ya se les emitió un exhorto para que depositen sus desechos sólidos en espacios adecuados e inicien un proceso de saneamiento.
Lo anterior, debido a que en los tiraderos clandestinos al crearse de manera arbitraria no se realizan estudios preliminares, sino que se utilizan barrancas, cauces de ríos, lagos, minas abandonadas, zonas pantanosas, terrenos baldíos o áreas geológicamente inestables que provocan problemas de contaminación, como lo explica una publicación de la revista Ciencia y Desarrollo del CONACYT.