Andrés Pérez Hernández tiene 78 años y mientras camina hacia una esquina de la presa de La Estanzuela, en Mineral del Chico, relata que sus 25 borregos y 9 caballos ya no quieren beber del agua que baja de pequeños riachuelos y de escurrimientos de las montañas y que se almacena en medio del pueblo donde viven cerca mil 800 personas, según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística.

Para los lugareños, el agua de la presa tiene un extraño color y olor, lo que es un síntoma de que el líquido no es puro y potable.

“Tiene como 20 años que el agua de la presa empezó a cambiar de color y a oler mal. Yo tenía 50 borregos, pero ahora son 25 y la usaba para darle agua a mis caballos, pero ya no se la toman como antes y eso quiere decir que está mal. Los animales huelen y no se la toman”, cuenta Andrés Pérez.

Foto: Ricardo Calleja
Foto: Ricardo Calleja

Elena Flores Callejas, Fernanda Olivares, Ana Castañeda y Alejandra Rivera, alumnas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) descubrieron en 2021, que el agua de La Estanzuela tenía sustancias contaminantes que podría causar mutaciones y daños en material genético.

También hallaron metales pesados como aluminio, cobre y zinc en niveles que superan los parámetros establecidos en la NOM-127-SSA1-1994.

Para evaluar la capacidad del agua de La Estanzuela para ocasionar daños en el material genético (genotoxicidad), las universitarias utilizaron en su estudio a la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster) y el resultado fue desalentador.

Foto: Ricardo Calleja
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“Si a ella (la mosca de la fruta) el agua la mutó, implica que a nosotros, como seres humanos, que tenemos muchas homologías genéticas, nos producirá un nivel de genotoxicidad, aunque es necesario averiguar de qué manera”, explicó Ana Castañeda.

acudió a La Estanzuela para hablar con vecinos de la comunidad. A lo lejos, el paisaje luce sorprendente y de cercanía con la naturaleza. Conforme se acerca a las orillas de la presa, el olor es fétido e intolerante mientras se pueden ver llantas de vehículos casi cubiertas por el agua que no es nítida.

Foto: Ricardo Calleja
Foto: Ricardo Calleja

El color es verde, las moscas vuelan y luego se mantienen quietas en botellas de plástico. También hay un color azul que contrasta con el verde y Andrés Pérez aprovecha para decir que “eso no es normal, ¿de dónde viene ese color?”.

Isaías Pérez Morales tiene 80 años. Dice que recuerda cuando los riachuelos traían agua limpia, pero señala -con desaliento- que desde hace 25 años han visto que el agua a veces es color azul, similar al que El Universal Hidalgo constató en la presa La Estanzuela.

“Resulta que aquí hay varios talleres de ropa y el agua que se desprende del lavado de la mezclilla la echan al río y todo eso se va para la presa. Ya no es el agua de aquellos años, sino es un agua contaminada que ahora explota Caasim”, dijo Pérez Morales.

Foto: Ricardo Calleja
Foto: Ricardo Calleja

El Universal Hidalgo buscó la opinión de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath) y de la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proespa), quien sólo respondió que no hay ninguna denuncia sobre talleres de textil en La Estanzuela.

“No me han dicho, yo he visto cómo baja el agua por los riachuelos y en lugar de que sea limpia, que se vea clara, viene toda azul de los químicos con que lavan la ropa”, expresó Andrés desde su casa a orilla de la carretera Pachuca-Mineral del Chico.

Un dato para destacar es que en el portal de transparencia del Ayuntamiento de Mineral del Chico, se encontró que, al menos desde 2016, se han otorgado permisos de funcionamiento a un taller textil con denominación “Textiles Almaidy”, pero no se encontró de acuerdo con la ubicación del permiso, aunque los vecinos señalan con el dedo las dos construcciones más grandes, quienes no están pintadas ni tienen emblemas de alguna empresa. “Ahí están los talleres”, dicen.

Foto: Ricardo Calleja
Foto: Ricardo Calleja

“Tuvieron que haber pensado en ese cochinero (presa La Estanzuela) porque tiene años que no se ha limpiado, no han hecho nada por mejorar esa situación, también se ha hablado con Conagua, pero hacen caso omiso. Se tiene que ver lo de los fabricantes de ropa, para que ya no echen esa agua contaminada”, señaló Isaías Pérez.

La bióloga Alejandra García considera que las autoridades ambientales deben realizar muestras para analizar la causa del color del agua de la presa y acotó que hay casos donde el crecimiento de algas y cianobacterias produce un color verde.

Foto: Ricardo Calleja
Foto: Ricardo Calleja

Y afirmó que a principios de este año, se realizaron estudios y encontraron que el agua estaba contaminada con un químico que se utiliza para revelar fotografías.

Desde hace años, la presa de La Estanzuela y otra cercana, El Jaramillo, son una fuente de abastecimiento de agua para la zona norte de la capital hidalguense, pero con la sequía extrema que inició desde enero y se extendió hasta mayo de este año, los cuerpos de agua quedaron vacíos.

“Nunca habíamos visto algo así, nunca habían estado tan secas como este año”, dijeron en su momento los vecinos de la comunidad.

Por esta razón, al menos 10 barrios y comunidades del norte de Pachuca estuvieron sin agua durante más de dos meses. Enfrentaron las carencias del servicio Camelia, Estanzuela, El Arbolito, La Alcantarilla, Barrio de Aile, El Atorón, San Clemente, Nueva Estrella, El Porvenir y San Juan Pachuca.

Para que el agua sea útil y segura de utilizar en los hogares pachuqueños, la Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistemas Intermunicipales (Caasim) traslada el agua de la presa a través del acueducto La Estanzuela-El Bordo hasta llegar a la planta potabilizadora El Bordo donde se retiran sedimentos e impurezas, mientras que también se desinfecta para evitar infecciones, pues deben cumplir con la norma NOM-127-SSA1-1994.

Desde su casa con vista a la presa, el señor Andrés Pérez confía en que las autoridades tomen el caso e investiguen más a fondo porque afirma que tiene años que “los talleres empezaron a echar el agua al río, con los químicos que utilizan para lavar la ropa, para finalmente llegar a la presa. Antes había muchos peces, pero todo eso se ha ido muriendo con la contaminación”.

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