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En las inmediaciones de Plaza Juárez, un comerciante pachuqueño, Alberto Salinas, ha dedicado su vida a ofrecer productos tradicionales que se adaptan a las temporadas del año. En estos días previos al 15 de septiembre, su puesto se llena de colores patrios con silbatos, trompetas, tambores, guitarras, banderas, rehiletes y una variedad de accesorios alusivos a las fiestas patrias, como aretes, anillos y peinetas.
Salinas, con 35 años al frente del negocio familiar heredado por su suegro, confiesa que este año ha sido especialmente complicado. Las ventas han sido más bajas de lo habitual, y él atribuye esta caída a la difícil situación económica que atraviesan muchas familias mexicanas, sumada a la creciente competencia del comercio chino.
"Tanta tienda china que ha entrado vende artículos mexicanos hechos en China; si una banderita aquí la doy en 10 pesos, allá cuesta cuatro", lamenta el comerciante.
A pesar de la difícil competencia, Salinas defiende con orgullo sus productos, destacando que se trata de artesanías mexicanas hechas a mano, con calidad muy superior a lo que ofrecen las tiendas de origen chino.
El comerciante también expresó su preocupación por el impacto de estas tiendas extranjeras en la economía local. Señala que los precios bajos de estos productos atraen a muchos consumidores, pero advierte que la calidad suele ser inferior.
A pesar de la saturación de vendedores ambulantes en el centro de Pachuca, Salinas no ve a sus colegas como competencia directa. Relata que existe un compañerismo entre los comerciantes de cada temporada, una unión que ha perdurado a lo largo de los años.
En cuanto a sus ventas, Alberto menciona que los productos más demandados en su puesto son las peinetas, diademas, moños y pulseras, artículos que las mujeres buscan para lucir en las festividades patrias.
"Las muchachas se quieren poner bonitas y les llaman la atención las novedades. La joyería va desde los 20 pesos hasta los 50", explica Salinas.
Las banderas pequeñas también tienen salida, especialmente para la decoración de hogares y espacios personales, aunque ya es raro que alguien compre una bandera grande, como era común en el pasado.
Con una sonrisa en el rostro, el comerciante expresó su gusto por el 15 de septiembre, una fecha que, asegura, es "muy bonita para el orgullo de los mexicanos". Como buen patriota, Alberto Salinas planea celebrar la Independencia de México en compañía de su familia, disfrutando de unas deliciosas chalupas preparadas por él mismo.
Finalmente, hizo un llamado a la población para que apoyen a los productores locales. Inviao a la gente a consumir lo hecho en México, con la esperanza de que más personas opten por productos que, como los suyos, representan la tradición y el esfuerzo de manos mexicanas.
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