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Las presas El Jaramillo y La Estanzuela que surten de agua a la zona norte de la capital, se quedaron vacías luego de dos años de sequía en la zona metropolitana de Pachuca. Los cuerpos de agua presentan los niveles más bajos en las últimas décadas.
De acuerdo con información de los pobladores de la zona nunca antes las habían visto tan secas como este año y es que ambos no alcanzan volúmenes del cinco por ciento de su capacidad.
A la presa de La Estanzuela, recibe agua tanto de los escurrimientos de las montañas de Mineral del Chico y como de riachuelos que se encuentra en la zona, pero este año el nivel no rebasa las compuertas que conducen el agua a un segundo espacio, el cual se encuentra totalmente seco.
En el caso de El Jaramillo muestra las huellas de la sequía de los dos últimos años. Hasta hace algunos meses, los habitantes de la localidad del Cerezo llevaban a sus animales a beber agua a la presa, pero actualmente el nivel ya es muy bajo.
Derivado de esta situación ocho Barrios y localidades del norte de Pachuca llevan más de un mes y medio con un desabasto de agua potable y la situación podría mejorar hasta la llegada de las primeras lluvias, luego de que las presas permiten el suministro para el tratamiento de agua.
Entre los barrios que enfrentan la carencia del servicio de agua son: La Camelia, la Estanzuela, El Arbolito, La Alcantarilla, Barrio de Aile, El Atorón, San Clemente y San Juan Pachuca.
Las presas cercanas a Pachuca no son las únicas que enfrentan desabasto, pues en la entidad hay dos que no logran ni el 20 por ciento de su nivel por la sequía que se acentuó durante 2023.
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