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La factibilidad de continuar depositando basura en el relleno sanitario de El Huixmi o ampliarlo ha sido un tema de discusión durante los últimos 10 años, por su inviabilidad, pero ya está más cerca la posibilidad de construir un nuevo espacio para tirar los residuos sólidos que se generan en Pachuca y otros municipios de esta zona metropolitana de la capital hidalguense, así como para poner en marcha una planta de tratamiento.
Este basurero lleva 28 años operando (1996), los primeros ocho fueron de manera irregular y sin ningún tipo de autorización ambiental. En 2014, ya con cinco celdas llenas, su vida útil aparentemente había concluido, así lo señaló Benjamín Rico Moreno, entonces titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales estatal (Semarnath), en su comparecencia ante el Congreso local en 2020.
Durante la administración de la panista Yolanda Tellería (2016-2020), la Semarnath a cargo de Rico Moreno negó todo permiso para construir la sexta celda del basurero o reabrir las primeras. Incluso, clausuró en diferentes ocasiones el relleno sanitario.
No obstante, en 2020 (cuando fue candidato suplente a la presidencia municipal de Pachuca) el exsecretario de Medio Ambiente avaló la construcción de una nueva celda emergente con vigencia a junio de 2021, aunque se siguió usando un año más y después fue clausurada, por incumplimiento a las normas ambientales que establecen que debe haber un tratamiento integral de los residuos. En ese entonces la empresa Tecnosilicatos operaba el relleno.
En 2022, la administración estatal pasada gastó 59 millones de pesos en estudios y trabajos de restauración ecológica y saneamiento del relleno sanitario. Dos años después la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo (ASEH) determinó que hubo pagos indebidos por 58 millones por estos trabajos que no fueron realizados conforme al contrato ni las normas ambientales ni las leyes estatales.
Antes de concluir el último gobierno priista de Hidalgo también se le adjudicó un contrato a la empresa Conadia por 35.8 millones de pesos, para el tratamiento integral de los residuos sólidos urbanos de la zona metropolitana de Pachuca, que consistió en su primera etapa en la construcción de otra celda más y en la segunda en la instalación de una planta valorizadora de basura.
Los trabajos de preparación del sitio y construcción debieron realizarlos en un año; es decir, para concluirse en 2023, para tener la operación del basurero por 7 años más. No obstante, apenas en agosto pasado iniciaron con la instalación de la planta tratadora. Además, el relleno opera actualmente al 70 por ciento de su capacidad por una clausura parcial al incumplir con normas ambientales.
En junio de 2023, el actual gobierno estatal, a través de la Semarnath, también le aprobó a Conadia la construcción de la séptima celda emergente, la cual concluyó su vida útil en diciembre de ese año, según la manifestación de impacto ambiental del proyecto. No obstante, este espacio sigue ocupándose para tirar basura y la empresa busca abrir una nueva, aunque no se le ha autorizado porque aún no se instala la planta de tratamiento, de acuerdo con la dependencia estatal.
Esta situación llevó al gobierno estatal y a los nuevos alcaldes electos de la zona metropolitana de la capital hidalguense a buscar alternativas. Eduardo Medécigo Rubio, el próximo presidente municipal de Mineral de la Reforma, confirmó que exploran espacios en los diferentes municipios para construir un nuevo relleno sanitario metropolitano que incluya la instalación de infraestructura para el tratamiento y aprovechamiento de la basura.
“Lo que queremos hacer con el proyecto es que no solamente sea un tiradero metropolitano, sino que vaya un poco más allá y no nos pase lo que tenemos ahorita en Pachuca. Me refiero a que no solamente sea un tiradero, sino que se procese la basura y nos pueda dejar una rentabilidad (generación de energía o biocombustibles y separación de basura para reciclar) y no solamente se convierta en un foco de infección”, mencionó en entrevista con El Universal Hidalgo.
El alcalde morenista informó que, incluso, ya han tenido acercamiento con empresas dedicadas al aprovechamiento de residuos sólidos urbanos y que analizan la viabilidad de predios en Mineral de la Reforma, San Agustín Tlaxiaca y Pachuca.
No obstante, ejidatarios de El Huixmi y trabajadores del basurero han externado su preocupación en caso de que se cierre, debido a que las actividades que desarrollan en este espacio, como son el traslado y separación de los desechos, representa su sustento económico para muchas familias. Al respecto, Medécigo Rubio dijo que buscarán no afectar a nadie y socializar el proyecto, para evitar que haya rechazo social en caso de que se construya un nuevo depósito.
“Sin duda es un tema que se tiene que socializar con todas las partes, pero también tomemos en cuenta que todo tiene un principio y un final. No es un tema que los presidentes de la zona metropolitana estemos decidiendo de manera individual. Hay que tomar en consideración los empleos que se generan y todo el impacto en muchas familias, no es la idea dejar afuera a nadie, la idea es socializar este tema, pero siempre bajo el principio de que primero está el tema del medio ambiente”, afirmó.