Una legendaria tradición navideña que ha pasado de generación en generación y que poco a poco empieza a desaparecer por distintos factores, son la rotura de la piñata en las posadas.
Las piñatas en México tienen su origen en el exconvento de San Agustín, en Acolman, Estado de México y surgió hace 400 años, tal y como la conocemos actualmente, esto de acuerdo con información de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural federal.
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Las más clásicas son en forma de flores, barcos y estrellas, aunque se dice que la piñata debe ser de olla de barro en forma de estrella con siete picos, cada pico simboliza un pecado capital, los dulces o frutas con las que la llenan, simbolizan las bendiciones que reciben todos aquellos que participan.
En estas fiestas decembrinas, especialmente en las posadas, la piñata se llena con dulces, cacahuates y frutas de la estación: naranjas, limas, mandarinas, tejocotes, jícamas, cañas y otras. Aunque en la actualidad, esto ha variado y ahora la llenan sólo con dulces.
Sin embargo un gran problema en la actualidad es el costo económico que representa hacerla.
De acuerdo con los comerciantes de la Central de Abasto de Pachuca, el relleno puede variar entre los 200 y 300 pesos de acuerdo con el tamaño de la piñata.
Las piñatas más grandes oscilan entre los 80 a 100 pesos. Esto de acuerdo con los comerciantes de la central.
Lucio, un comerciante de la Central dijo que este año ha mermado mucho la venta, ya que en comparación con años pasados para estas fechas, ya habían vendido todas las piñatas y ahora todavía tienen por lo menos 30 de 100 que compraron al inicio de la temporada.