Luis Alberto Posadas Olloque, de 25 años de edad, originario de Zapotlán de Juárez, es albañil de oficio. Dentro de los proyectos más importantes en los que ha participado es en la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el tramo 5 del Tren Maya, que va de Cancún al puerto Morelos.

A lo largo de su desempeño laboral, Luis Alberto ha aprendido de todo un poco como la carpintería y herrería, pero su fuerte es la construcción, ya que empezó desde desde pequeño cuando acompañaba su papá a las obras, quien también es albañil.

Al cumplir los 18 años fue el ‘chalan’ de su progenitor. Con el paso del tiempo adquirió la experiencia necesaria para trabajar en obras importantes de Hidalgo, como lo es el nuevo Hospital General de Pachuca y el Walmart de Mineral de la Reforma.

Su interés por la construcción lo llevó a estudiar Ingeniería Civil, pero desafortunadamente dejo sus estudios truncos para ponerse a trabajar y así sacar adelante a su familia.

Sin embargo, el joven agradeció que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador apostará por grandes e importantes proyectos que resultaron ser una gran fuente de empleo para muchos mexicanos.

Forjando sueños en la construcción; la historia de Luis Alberto | Foto: Josué Ortiz
Forjando sueños en la construcción; la historia de Luis Alberto | Foto: Josué Ortiz

AIFA

La experiencia de Luis Alberto comienza un día que junto a su padre acudieron a la base de Tecámac a solicitar empleo. En abril de 2020 inicia a laborar en el frente 17 que consistió en la edificación de la Fuerza Aérea Militar (FAM).

Posteriormente, Posadas estuvo a cargo de la barda perimetral del frente 28, donde ahora se ubica el Museo de Aviación. Más adelante, participaría en el frente 37, Fiscalizados y Aduanas.

Comentó que si fue un trabajo desgastante, ya que diario partía de su casa a las 6 de la mañana, de Zapotlán hasta Tecámac.

“Había un súper control de seguridad y un control de calidad muy elevado, muy pocos albañiles aguantaron el ritmo, había mucha gente que no pasaba los filtros”, comentó Posadas Olloque.

Foto: Cortesía
Foto: Cortesía

Mucho tiempo después, el hidalguense tuvo la oportunidad de visitar el AIFA y hacer uso de sus servicios. Comentó las instalaciones son bellísimas y enormes, además de que la atención es bastante amable.

“¡Una chalada! Sí había vuelos pero de tan grande que es no se ve tan saturado, muchos piensan que está vacío”, dijo orgulloso de haber sido parte de la construcción del aeropuerto.

Gracias a este empleo, el joven obtuvo los recursos suficientes para remodelar su casa y lo más importante, conoció personas que lo llevaría a su próxima aventura.

Foto: Cortesía
Foto: Cortesía

TREN MAYA

Luego de regresar a trabajar Hidalgo, se percató de que la paga no le era suficiente, por lo que aceptó irse solo y temeroso lejos de casa y de su familia. Armado de valor, compró un boleto de avión y se fue a Quintana Roo.

Se fue a vivir con un grupo de camioneros, ya que allá las rentas son muy caras como para habitar una casa solo.

Su jornada laboral comenzaba a las 8:00 horas y terminaba a las 19:00. Primero llegaba a pasar lista y de ahí caminaba alrededor de 30 minutos para llegar a su espacio de trabajo.

Cuando llegó a Cancún, el joven percibía 5 mil 300 pesos a la semana; posteriormente gracias a su desempeño, ganas de trabajar y la urgencia de la obra, llegó a ganar hasta 12 mil pesos a la semana.

“Del tiempo que estuve allá solo fui cuatro veces a la playa, no fui a disfrutar, fui a lo que iba, a trabajar”, aseguró el joven.

Foto: Cortesía
Foto: Cortesía

Posadas paso 5 meses en tierras mayas, ya que le pareció triste vivir allá porque la vida es bastante cara, además de que le afectó no ver a su esposa e hijos. Relató que esté trabajo complicó su situación familiar, pues como la señal en la selva era mala no se pudo comunicar con frecuencia.

“Yo me fui con una actitud positiva, quería terminar mi casita, arreglar mi cochecito. Al principio todo bien, yo pensaba aguantar más tiempo pero en casa me decían mis papás que mis hijos me necesitaban… Ya empezaba a extrañar la comida, me empecé a sentir solo”.

Foto: Cortesía
Foto: Cortesía

Otra de las desventajas de este empleo, era las altas temperaturas que se registran en Cancún, al no estar acostumbrado, sufrió dos golpes de calor. Ante la situación, tuvo que tomar bastante suero para contrarrestar la deshidratación.

Pero como todo, también vivió anécdotas interesantes, como el día que su mochila fue robada por un cachorro de jaguar, cabe mencionar que dentro tenía su almuerzo. Personal de Ecología acudió al sitio para asegurar el área, ya que lo más seguro es que la madre del felino estaba cerca.

Recientemente Luis Alberto regresó a Zapotlán para cuidar de sus dos pequeños hijos, por los que espera conseguir un trabajo pronto.

Google News

TEMAS RELACIONADOS