Mientras se escuchaba la música del norteño, en sus vehículos las personas afinaban los últimos detalles para terminar de poner adornos a la Santa Muerte e iniciar con su procesión anual por calles principales de Pachuca desde el mercado Sonorita.
Desde poco antes de las 9:00 de la mañana de este sábado, cerca de 200 seguidores se dieron cita en el santuario de dicho culto en la colonia Nuevo Hidalgo de Pachuca, donde con mucha devoción las personas estaban y salían de la denominada Catedral de la Santa Muerte.
Quince minutos antes de las 11 de la mañana inició la caminata que en esta ocasión no pudieron incorporarse al bulevar Del Minero debido a las obras que se realizan en toda la vía de comunicación.
Pero eso no fue obstáculo para los devotos que iban a bordo de sus vehículos, otros caminaban sin zapatos o algo que los cubriera de lo caliente del pavimento y de lo deteriorado de las calles.
Minutos antes, Óscar Pelcastre, líder de la Federación de Organizaciones Independientes del Estado de Hidalgo (FOIDEH), indicó que en al menos el 20 por ciento de municipios hay presencia de seguidores de la Santa Muerte.
El también conocido “Obispo Negro”, quien es el iniciador de la creencia hace 20 años, indicó que a pesar de los obstáculos que enfrentan sus seguidores, se mantienen firmes en su actividad anual que incluye baile popular por la noche, antojitos mexicanos, traslado de múltiples imágenes como el angelito negro y belcebú.
El color rosa de los taxis y el color verde y gris de las famosas “peceras” de Ciudad de México también estaban presentes. Porque además de que participaron personas de Actopan, también llegaron feligreses del Estado de México e incluso de Saltillo, Coahuila.
Mientras pasaban por una calle, los capitalinos veían la procesión con asombro, otros con expresiones de rechazo, mientras había expresiones de “se les respeta”.
Así llegaron al Reloj Monumental donde gritaron vivas, otros entonaban las mañanitas mientras tomaban alguna bebida.
El cansancio se notaba, pero más aún la devoción con la que caminaban los seguidores bajo los intensos rayos del sol del medio día de noviembre que no calienta, pero quema al contacto con la piel.
Y así iniciaron el regreso hacia la Catedral de la Santa Muerte. A unos metros, cientos de personas visitan a sus seres queridos en el panteón municipal de Pachuca: unos cargan flor de cempasúchil, manita de león, nubes.
“Así es esto y todo se vale”, expresó una voz mientras hacía un intento de reflexión al ver la procesión de seguidores de la Santa Muerte y por otro lado, a los que viven el Día de Muertos y visitan a sus familiares que ya no están.