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El largo portón de la planta industrial de Carnival está tapizado con sellos de clausura que colocó la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), que impiden el acceso a los 900 trabajadores de la productora de lencería, quienes temen perder su empleo por el conflicto entre los hermanos propietarios.
La pugna legal entre los hermanos Assa Misrahi llevó a que la diligencia judicial impida la operación de la fábrica desde hace semanas, y aunque los colaboradores siguen recibiendo su pago cada 8 días estos temen quedarse sin empleo y que la firma se declare en bancarrota.
“Entonces dónde quedamos nosotros, nuestro empleo y sustento para nuestra familia”, mencionó un trabajador en entrevista con EL UNIVERSAL HIDALGO.
El empleado, quien prefirió omitir su nombre, indicó que todos los colaboradores están preocupados, pues algunos están a punto de jubilarse y a otros les inquieta tener complicaciones para ser contratados en otros espacios por su edad, pues en caso de que la fábrica no vuelva a abrir sus puertas tras 35 años de operación en Hidalgo.