Las intensas lluvias de los recientes días, pusieron al descubierto los vicios ocultos con que fue construido el nuevo Hospital General de Pachuca, al reportar inundaciones al interior y daños en el equipamiento.
De acuerdo con la información recabada en el lugar, las autoridades de la Secretaría de Salud estatal ya informaron a las empresas constructoras involucradas para que constataran las afectaciones tanto en la infraestructura, como en el equipo y en el mobiliario hospitalario.
Hubo filtración de agua al interior de las instalaciones del hospital, lo mismo que en la farmacia intrahospitalaria ubicada en el edificio de Auxiliares de diagnóstico en el primer nivel, provocando anegaciones y la caída del plafón en esa área.
En la azotea de encamados de ginecología, se desprendió el tubo de fierro fundido de la coladera ya que no contaba con el soporte adecuado, ni se había realizado la instalación de manera correcta.
Las filtraciones también comprometieron las consolas de gases medicinales en los encamados del 4 al 6, del 7 al 9, del 16-18, y del 19 al 21. Tras la revisión, se encontró agua dentro del mecanismo electrónico, comprometiendo su operación en el futuro, incluso.
Conforme a las fichas de daños, en la sala de espera de urgencias se filtró el agua por las puertas corredizas, ocasionando que se mojara el equipamiento que se tiene almacenado en esta área.
Mientras que el segundo nivel, también se dañaron los plafones; en el tercer piso, se presentaron filtraciones por ventanas y muros colindantes a través de las juntas constructivas.
Las empresas constructoras, involucradas, una vez más, se encuentran haciendo las revisiones pertinentes a las bajadas pluviales, juntas constructivas y tuberías de agua potable y drenaje.
Entre las fallas que se han podido detectar, no se habían instalado los capuchones en las tuberías, para evitar el paso de basura y sólidos.
Las compañías contratadas, tendrán que solventar estos vicios ocultos lo antes posible para hacer posible la inauguración.
El nuevo Hospital General de Pachuca, ubicado en San Agustín Tlaxiaca, fue inaugurado simbólicamente previo al cierre de la administración pasada porque la obra estaba inconclusa. No contaba con agua potable, electricidad y drenaje sanitario.
De acuerdo con la Contraloría, fueron numerosas y graves las observaciones en 13 contratos que se firmaron por 1 mil 601 millones de pesos.
Conforme a distintas declaraciones oficiales, resta por invertir al menos mil millones de pesos para subsanar lo mal hecho y terminar de equipar los dos últimos pisos.