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Abogados especialistas en derecho familiar y penal, así como terapeutas y psicólogos, se reunieron para abordar las afectaciones, alcances y propuestas legislativas en materia de violencia vicaria en Hidalgo.
Tulancingo fue sede de los diálogos entre profesionistas para crear redes de apoyo que permitan a mujeres e hijos reintegrarse a una vida sana durante y posterior de cualquier proceso legal que enfrenten las víctimas.
Mayte Meneses Castelán, representante en Hidalgo, del Frente Nacional de Violencia Vicaria, expresó que en el 90 por ciento de los casos, en el momento en que una mujer decide alejarse o denunciar a su cónyuge o pareja, el victimario ejerce la sustracción de sus hijas e hijos, como un acto de manipulación.
Posterior a dar su testimonio en el que vivió injusticias institucionales a razón de corrupción y de la interpretación de su persona en el Consejo de Familia, expuso que vivir la violencia vicaria, es estar en agresión permanente, que empieza con violencia familiar y no termina con la restitución de infancias.
Por su parte, Abdiel Camacho Castelán defensor legal de varios casos de violencia vicaria, expresó lo ambiguo de la descripción que se utiliza para dar sentido a lo que significa este tipo de violencia, por lo que presentará una iniciativa ante el congreso para su modificación.
