De distintas ciudades y estados de la república, payasos recorrieron calles céntricas de Tulancingo contagiando con su buen humor a con todo aquel que se atravesaba en su camino.

Pelucas de distintos colores, rostros pintados y atuendos, desde clásicos hasta innovadores, se congregaron para realizar la quinta peregrinación en honor a la Virgen de Guadalupe, motivo por el cual portaban su estandarte al inicio del desfile.

Foto: Grisel Lira
Foto: Grisel Lira

En entrevista, el payaso Chiquilín, originario de Chignahuapan, Puebla, expresó que es un acto de alegría y gratitud el participar en la peregrinación, ya que el haber pasado por una pandemia dejo a muchos sin poder llevar el sustento a sus casas y lentamente se están recuperando de este acontecimiento.

  • "Estamos en tiempos difíciles, queremos que prevalezca el humor en nuestros hogares y fuera de ella", detalló.

Entre las actividades previstas en la peregrinación, es el concurso de comparsas, en el que participan 150 payasos.

  • "Venimos del estado de Puebla, pero también, hay compañeros de Hidalgo y de la Ciudad de México" declaró.

Durante la pandemia, el sector circense y de comicidad fueron de los más afectados, ya que su labor siempre ha sido masivo, por lo que algunos se vieron en la necesidad de emprender nuevos oficios, pues su compromiso era llevar alimento a su hogar.

Desde albañilería, limpieza en casas, cargadores de alimentos, comerciantes ambulantes, panaderos y recicladores fueron parte de los oficios que practicaron hasta volver a la pasión del arte de la risa.

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