A pesar de que las familias que se dedican a realizar artesanías de cera, en el Valle del Mezquital, tienen gran demanda para su elaboración, no descartan que esta actividad se pueda perder por diversos motivos.
Considerada la más representativa y con mayor experiencia en la zona, actualmente la sexta generación es la familia Hernández Campos, cuyo taller “Artesanías de cera Nico”, se encuentra en la comunidad El Carrizal, en Ixmiquilpan.
Luisa Campos Márquez, esposa de Nicolás Hernández Nube, conocido como “Don Nico” (q.e.p.d.), comentó que desde hace más de 25 años se dedica a elaborar artesanías de cera, cuentan con piezas únicas creadas por su esposo y debido a la calidad de su trabajo actualmente laboran todo el año.
Explicó que su familia compra todo el material que utilizan en diferentes estados de la República, como son: Guanajuato, Puebla, Ciudad de México e Hidalgo, ya que es más barato y eso les permite adquirir más.
Agregó que gracias a las recomendaciones de su trabajo, en la actualidad sus artesanías son vendidas en diferentes entidades del país, incluso en el extranjero, entre ellas: Querétaro, Guerrero y Estados Unidos.
Otro taller de este tipo de artesanías es: Escamadas Cristóbal, ubicado en Bondhi, Tasquillo; su propietario Salvador Lorenzo Cristóbal, explicó que es el primero en su familia en dedicarse a la elaboración de artesanías, actividad que le enseñó en un taller el señor Nicolás Hernández Nube.
La particularidad de sus trabajos, es que innovan y realizan las piezas que sus clientes le solicitan, actualmente han creado cerca de 50 piezas únicas, trabajos para diferentes comunidades, municipios y entidades federativas del país.
Recordó que su inquietud por las piezas de cera es desde que tenía uso de razón cuando su abuela (q.e.p.d), lo llevaba a las fiestas patronales y veía las escamadas “lo que más me impactaba o me llamaba la atención es el respeto y los rituales que hacían”, por ello, cuando supo del curso se inscribió.
Comentó que como parte del curso fue conocer el origen de la cera escamada, el cual también investigo por su parte y compartió con cereros de otras regiones y Estados, concluyendo que “en el Valle del Mezquital es la única región que tiene un significado más religioso, más relevante”.
Explicó que los franciscanos introdujeron la vela a México, los indígenas en ese entonces a sus deidades ofrendaban flores naturales, se cuenta que en el Valle del Mezquital a raíz de una sequía no hubo flores y al no tener que ofrendar, rasgaron los cirios sacando pequeñas escamas y de ahí deriva el nombre de cera escamada.
Con el paso del tiempo cuando pudieron manejar la cera, crearon sus propios moldes, sacaron sus flores y comenzaron a realizar ese tipo de ofrendas las cuales continúan al día de hoy.
Las piezas creadas de cera se ofrendan a las imágenes religiosas, por ello tiene un significado especial y de mucho respeto para los católicos, quienes desde antes de su elaboración realizan ritos.
Lorenzo Cristóbal expuso que desde que los mayordomos van a realizar el pedido a su taller, llegan con banda de música, cohetes e inciensan las piezas y también purifican las manos que las van a elaborar, pasándolas en el humo cuatro veces en forma de cruz.
Ya cuando las van a recoger se llevan las piezas en procesión y en el atrio de la iglesia realizan el rito de la flor o de los cuatro puntos cardinales, y posteriormente ya se les colocan al Santo Patrón o Patrona.
Finalmente, ambos artesanos coincidieron que por parte de los diferentes niveles de gobierno no hay apoyos, “en lo personal solo se han acercado, vamos a llamarlo con todas sus letras para levantarse el cuello algunas instituciones o dependencias, pero en sí apoyo no hemos tenido” sostuvo Salvador Lorenzo.
Quien agregó que algunas de las cosas que necesitan son paquetes de herramientas, un proyecto de embalaje y materiales para la elaboración de sus artesanías.
Respecto a la posibilidad de que esta actividad pueda desaparecer dentro de algunos años, coincidieron en que sí, debido a que los precios del material son muy caros y también porque algunas personas que tienen los conocimientos no los quieren compartir.