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El pueblo minero de Real del Monte está de fiesta, este fin de semana celebró a su santo patrono, el Cristo de los Mineros, el Señor de Zelontla. Se estima que durante las festividades acudieron cerca de 30 mil visitantes.
Esta celebración inicia con el cambio de capa de Cristo, y esperan a que llegue la Virgen de los Milagros en procesión hasta la capilla del lugar, pues ella se quedará en su lugar, mientras el Señor de Zelontla comenzar la procesión a la iglesia principal del Real del Monte. El recorrido rememora el viaje de aquellos que lo trajeron desde la Sierra.
Una vez en la iglesia principal hacen la misa del encajonamiento, que se caracteriza porque los feligreses ponen unos pequeños cajones de madera que eran utilizados por los ex mineros para poner los explosivos y detonar las Vetas, se coloca la cabeza de los niños cerca de la caja y los tapan con el manto protector del señor de cristo, a quien le piden que los cuide durante todo el año, pues es su fiel acompañante.
Luego de varios días en la iglesia, se retorna en procesión al santo a su capilla; mientras que la Virgen de los Milagros regresa al atrio de la iglesia. En este punto es cuando se da por concluida la fiesta del Cristo Minero.
Existen varias leyendas en torno a la llegada del Señor Zelontla al Real del Monte, la más comentada refiere que dos hombres cargaban la imagen, salieron de la Sierra con rumbo a la Ciudad de México, pero al pasar por el pueblo de Real del Monte, se detuvieron a descansar y a dormir. Al día siguiente se prepararon para salir, pero la figura pesaba mucho más, al grado que no la pidieron cargarla y fue entonces que decidieron dejarlo en la capilla, donde se encuentra actualmente.
Con el paso del tiempo está tradición, ha perdurado. De acuerdo con el párroco José Natalio, Zelontla proviene del náhuatl y significa "acompañante". Los mineros de aquella época le llamaron mi fiel acompañante y se encomendaban a él antes de entrar a trabajar a las minas para que con su manto los protegiera.
