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"Fueron horas de mucho dolor y angustia ante el embate del agua. Ese día, 17 personas fallecieron en las instalaciones de la clínica del IMSS 05; personas que esperaban la recuperación de sus seres queridos y que no pudieron regresar a su hogar”.
“Miles de personas perdieron el patrimonio de toda una vida, viendo con desesperación, como sus recuerdos, su esfuerzo de años era arrastrado por la corriente, sin poder hacer nada más que salvar su vida y la de su familia”.
Así lo relató Edith Guzmán Godínez, damnificada de Tula, quien junto con otros damnificados y familiares de las víctimas mortales ofrendaron flores frente a las viejas instalaciones del Hospital de Zona 05 del IMSS, en el centro del municipio, que se inundó la madrugada del 6 y la mañana del 7 de septiembre de 2021.
La cifra preliminar de fallecidos la dio el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quién informó que eran 17 las víctimas mortales. Sin embargo, horas más tarde, Zoé Robledo Aburto, director general del IMSS, corrigió esa cifra y afirmó que eran 16 los cuerpos que se recuperaron del nosocomio.
El directivo aclaró que dos personas habían fallecido previó a la inundación; todas las víctimas estaban internadas en el área covid.
Previo a la ofrenda floral, las personas acudieron a misa en la catedral de Tula, en donde escucharon el mensaje que leyó Juan Pedro Juárez Meléndez, obispo de Tula, quién reconoció que por estos hechos aún se vive desesperanza entre damnificados.
"Todos fuimos testigos de cómo más de tres mil familias perdieron de un momento a otro el patrimonio de sus familias que con mucho esfuerzo y por muchos años fueron construyendo. Gracias a Dios no se hizo esperar la solidaridad en la oración y en la ayuda para los hermanos en alimentos, ropa y medicamentos. Vivimos con ellos momentos de angustia, pero también de gran esperanza en trabajar juntos para salir adelante", expresó el obispo.
En la catedral, los damnificados también escucharon que, a dos años, es necesario reconstruir el tejido social para que no siga deteriorándose, con el objetivo de forjar un Tula más justo, fraterno y solidario, para mantener la paz social.
"Encomendemos a la misericordia de Dios a todos aquellos que perdieron la vida durante la inundación, pidiendo también por cada una de sus familias para que el Señor les conceda el consuelo, la fortaleza y la esperanza de la vida futura. ¡Descansen en paz!", se escuchó en la Catedral de Tula.