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A pesar que las 151 personas evangelistas que fueron desplazadas por distinción de pensamiento religioso no han regresado a sus comunidades de origen en Huejutla, Guillermo Olivares Reyna, secretario de Gobierno de Hidalgo, aseguró que los conflictos de origen de este problema ya fueron resueltos y señaló que era “deseo” de los afectados no regresar a sus hogares.
Luego de que estos habitantes de las localidades de Coamila y Rancho Nuevo manifestaron que no había condiciones para regresar a sus viviendas, el funcionario estatal refirió que hay un acuerdo por escrito, en el cual intervino un notario público para atestiguar que las viviendas están en condiciones apropiadas para habitar.
“El que de pronto digan pues que pues nos falta algo para regresar pareciera que ya son temas adicionales que están sacando de momento, y eso evidentemente, al no haberse platicado como punto de origen del conflicto, pues alarga el que de nueva cuenta se pongan a platicar y decidan sobre el particular. Pero los puntos de origen del conflicto todos están superados, todos. Entonces, pues ya prácticamente es así como un deseo de ellos permanecer fuera de su población o regresar”, mencionó.
Indicó que el gobierno municipal de Huejutla ha colaborado en reconectar los servicios básicos que les habían prohibido usar las demás personas que habitan en las dos comunidades, luego de que los evangelistas se negaron a participar en las faenas que realizan los demás como parte de los usos y costumbres de las distintas religiones que practican.
“Las demás personas de las comunidades de Coamila y Rancho Viejo igual han manifestado su total respeto hacia ellos. Pero bueno, ya cuando estamos en una situación en donde una de las partes dice pues yo de todas maneras no regreso, pues pareciera que entonces hay que esperar a que comprendan que ya las condiciones que ellos exigían se colmaron y prácticamente está en manos de ellos regresar o no regresar”, insistió.