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Entre fuego e instrumentos prehispánicos, el eclipse solar del pasado 14 de octubre, tomó un sentido diferente al que se vivió en las grandes ciudades, pues el significado fue de ayuda al sol para que no dejara de iluminar el planeta tierra.
Fulgencio Vargas Vargas, Guardián y promotor del conocimiento ancestral de los abuelos de tradición, explicó que, hace mucho tiempo, el eclipse solar representaba una pelea entre el sol y la luna, por lo que decidieron ayudar con el fuego sagrado, sumando danzas y otras actividades.
De acuerdo con los testimonios que han pasado por generaciones, "con el fuego sagrado, todo sentados alrededor del círculo, se iniciaba la palabra para encontrar una explicación... sabemos que el fuego es nuestro abuelo y encendido le ayudaba a su hijo el sol a mantener la luz", externó.
Fulgencio Vargas además de ser vigía del Patrimonio Cultural de Acaxochitlán y presidente de la Asociación Civil de Médicos Tradicionales de Acaxochitlán, región Malinaltepetzintle, dio a conocer que con el paso del tiempo, en dicho ritual, se empezó a utilizar todo lo que pudiera ocasionar ruido.
"Se empezaron a utilizar rocas, algunas ramas, cueros atados a las ramas, donde le fueron dando origen al tambor, así mismo se utilizaron caracoles o silbatos y todo lo que ocasionara ruido para que el sol no se durmiera y se alentara a seguir esa lucha con la luna", narró.
En el ritual, llevado a cabo en un lugar boscoso del municipio de Metepec, participaron fieles creyentes de la preservación cultural de los ancestros y personas de otros estados que escucharon historias de cómo se viven las costumbres.