Desde el 6 de septiembre del 2021, habitantes de este municipio no tienen paz, pasan las noches en vela cuando la lluvia arrecia y el río crece. Eso lo conoce bien Teresa y su familia, quienes habitan a la ribera del río Tula, ese que ya una vez les hizo perder todo.

En esta ciudad permanecen las sombras de esa fatídica noche de hace dos años, en que el río desbordó e inundó la ciudad, además de cobrar la vida de 17 pacientes del Hospital General de Zona del Seguro Social.

En los últimos días el temor y el cansancio acrecientan, debido a que la población se siente vulnerable.

Teresa dice que la situación es igual tras la inundación, las familias no se han podido recuperar y el abandono de las autoridades. El gobierno federal, a través de la Conagua, no ha escuchado sus demandas y el río ahora se encuentra transformado en un gran canal de aguas negras, a donde se prevé que se envíen más de 600 metros cúbicos de agua por segundo, proveniente de los Túneles Emisor Central y Emisor Oriente.

Foto: Joselyn Sánchez
Foto: Joselyn Sánchez

De la tragedia al activismo

Edith Guzmán es una de las afectadas de las inundaciones de hace dos años, tras perder parte de su patrimonio y su negocio decidió organizarse con los afectados para alzar la voz.

Esta lucha la llevó al activismo y a través de la organización “Unidos al Rescate de Tula TST”, se mantienen dispuestos a continuar para lograr lo que es justo, que el gobierno acepte su culpa que Tula no se inundó, que a Tula la inundaron y por lo tanto, no sólo debe de haber una indemnización a todos los afectados, quienes no han podido recuperarse, sino también que esto no vuelva a suceder.

Edith, Teresa y varios afectados han acudido con autoridades municipales, estatales y federales, al Congreso local, al Congreso de la Unión, al Senado, con el presidente de la República, pero sus denuncias no han tenido eco.

Edith dice que cada día están peor y aunque hay cansancio, todos se mantienen firmes en seguir la lucha, “nos dan vuelta a un grupo y a otro, nos ponen bonita cara, y realmente no solucionan el problema”, dijo.

Cuenta que apenas mantuvieron una nueva reunión, con esta ya son 38 mesas de trabajo y cero soluciones. Por lo que alerta que la lucha que han dado en las instituciones, la trasladarán a la calle donde alistan acciones más duras.

Foto: Wikimedia Commons
Foto: Wikimedia Commons

Los trabajos de revestimiento del Río Tula que por el momento se trabajan en el centro de la ciudad, han ocasionado que se registre un problema en las casas que están a la ribera, debido a que el dragado que se realiza ha ocasionado el reblandecimiento de la tierra y que se registren daños estructurales en las viviendas.

Denuncia que varias casas han resentido ya este problema el cual no es de Hidalgo. El problema nace en la Ciudad y el Estado de México, donde no han querido asumir su responsabilidad, ni tampoco su culpa.

En Tula, se tiene que luchar para solucionarles una situación que se genera lejos de aquí, pero que repercute gravemente en los habitantes de esta región, y no sólo por la inundación, sino también por las enfermedades que traen las aguas residuales, señaló

El Hospital que se pone a salvo

Edith explica que se mantiene el riesgo para todos los ciudadanos y una muestra de ello es que el Hospital General de zona número 5 del Seguro Social, ya no se mantendrá dentro de la ciudad. Nos dieron una respuesta del hospital de por qué ya no se puede mantener ahí y esta es por el riesgo que corre, entonces ¿por qué a nosotros nos dicen otra cosa que nos quedemos que con la obra del río ya no pasará nada? cuestiona.

De acuerdo a la respuestas que el hospital ha dado a los afectados quienes buscan tener el servicio médico en Tula, es que el Centro Nacional de Desastres, manifestó que la ubicación de lo que fue el Hospital General de Zona No. 5, se encuentra expuesto a un alto grado de peligro por inundación.

De acuerdo con la opinión técnica de vulnerabilidad, el hospital se ubica en una zona susceptible de alcanzar tirantes de hasta 1.94 metros y se recomienda que en caso de qué se pretenda utilizar para otros fines, se considere lo señalado.


“ No existen las condiciones de seguridad para la población derechohabiente, trabajadores y el público usuario “, resalta.


Lo técnico y el río

Tras las inundaciones del 2021 Conagua licitó los contratos de obra pública para la rectificación, desazolve, revestimiento del Río Tula. Las empresas encargadas han sido Conaisa con un capital de 210 millones de pesos e Irol con 60, las cuales acusan los ambientalistas de irregulares.

Ante ellos han solicitado peritajes de estructuralistas, los cuales no ha aceptado la Conagua, Edith señala que todas estas irregularidades han sido dadas a conocer a las autoridades.

Aseveran que no sólo Tula corre riesgo, sino también los municipios aledaños que se encuentran en las zonas bajas.

 | Foto: Especial
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